BERISSO, Abril 27 (www.BerissoCiudad.com.ar) Hace 94 años comenzaba el primer genocidio sistemático moderno, una brutal masacre en manos del Estado de Turquía que dio como resultado un millón y medio de armenios asesinados y otros tantos expulsados de su tierra. Desde BerissoCiudad hacemos memoria y aportamos al pedido de justicia en contra del negacionismo impuesto desde el Estado ejecutor.
El pueblo armenio fue víctima de un plan de exterminio que pretendía destruir a este grupo nacional. Entre 1915 y 1923 se violaron todos los derechos humanos y fue sin lugar a dudas un crimen contra la humanidad, por motivos de etnia y expropiación de tierras.
Durante estos años murieron un millón y medio de personas, pero no fueron ellas solas las víctimas del genocidio, sino también los sobrevivientes, quienes debieron escapar hacia otros países, con la esperanza de encontrar paz y poder comenzar una nueva vida, pero después de haberlo perdido todo en manos de Turquía: sus familias, casas, pertenencias y su tierra.
Pero también la angustia de estas personas tenía que ver con el recuerdo permanente y con las secuelas del sufrimiento, con el hecho de conservar las masacres grabadas para siempre en la memoria y en el corazón. Esta fue una generación con miedo
En la actualidad lo que nos causa mayor dolor es que a pesar que el genocidio armenio sigue siendo una de las masacres más grandes del siglo XX, es también la más negada
A 94 años de lo sucedido ésta sigue siendo una causa no resuelta, las autoridades turcas niegan su responsabilidad y mantienen que se trató de una guerra civil, junto con el hambre y las enfermedades.
Incluso imponen leyes para callar a la sociedad, mencionar la palabra genocidio en Turquía es un delito penado con años de prisión según el código penal.
De esta manera el estado Turco se encargó de mantener tales hechos en el olvido, pretenden borrar parte de una historia que les pertenece a todos los armenios, y por lo tanto que nos pertenece a nosotros, los descendientes de armenios diseminados por el mundo.
Para dar respuesta a este negacionismo histórico no debemos callar, tenemos que comprometernos a divulgar la historia armenia para que cada vez más gente la conozca, se preocupe y se emocione con ella y de esta manera contribuir con la causa, aportar al pedido de justicia, un reclamo que se ha convertido en un asunto de importancia internacional y que tiene como dueña a la humanidad en su conjunto, porque nunca habrá justicia en el mundo mientras exista genocidio impune.
A través de los relatos orales que coinciden en los incendios de casas, en las violaciones de niños y mujeres, en las caravanas de la muerte por el desierto, en los abusos y las matanzas. A través de estas narraciones se llega a la conclusión de que esto evidentemente existió y que no se puede negar, ni ocultar, no se puede desvirtuar esta historia, por el duelo que espera un pueblo que ha sido callado, por el millón y medio de armenios asesinados, por el dolor de todos los descendientes y sobre todo para que ningún pueblo más en el mundo tenga que padecer una masacre. Por todos ellos hagamos memoria, porque esta es el único valor que nos permite no repetir siempre la misma historia.
Es importante destacar que el pueblo armenio pide el reconocimiento del genocidio por parte del Estado ejecutor, quiere la convivencia no el odio, la paz no la violencia, exige justicia no venganza, porque la venganza es la señal primitiva del débil y la justicia lo más grande del fuerte.
Por eso cada 24 de abril convocamos a todos por la historia y la memoria y levantamos la bandera de la justicia para que no haya más impunidad. (www.BerissoCiudad.com.ar)