Tras un cierre parcial de las actividades, Carlitos Giglio reabrió las puertas de su vivienda ubicada en calle 169 entre 27 y 28 dónde instaló un comedor, con el fin de seguir colaborando con quienes más lo necesitan.
A pesar de la pérdida de Carlos Giglio, su padre y referente, reunió las fuerzas necesarias para continuar con el legado y el ejemplo de ayudar a sus vecinos del barrio Villa Dolores.
“Desde que lo internaron a mí viejo no hicimos más nada. Pero el domingo retomamos, tratando de organizarnos nuevamente y de a poco para cumplir con lo que él quería”, recalcó Carlitos.
“Hoy se lo extraña, pero estoy tranquilo porque nos dimos todo durante 45 años. Por eso estamos bien, a pesar de que sabemos que no lo vamos a superar. Sin embargo, estamos más que agradecidos con todos los que nos dieron una mano en este momento tan difícil”, expresó, expectante ante el nuevo camino que deberá emprender en honor a quien le dio la vida y le enseñó lo que es el respeto por los otros.