En diálogo con Cadena Radial NOVA, el director técnico de Belgrano de Córdoba, Ricardo Caruso Lombardi, se refirió a las nuevas modalidades, al impacto de la pandemia en el fútbol y a la lucha concreta de los entrenadores argentinos para la dignificación y el profesionalismo de la actividad.

“Son tiempos difíciles para todos. Inclusive los entrenamientos son vía Zoom. Dentro de todo, muchos le están agarrando la mano y otros se van perfeccionando”, comenzó expresando el DT respecto a las adaptaciones en tiempos de COVID y recordando las charlas de café, los asados y encuentros sociales además de las expresiones típicas de cancha como los abrazos entre compañeros.

El distanciamiento llegó al fútbol, el uso del barbijo y las fotos con dos metros separación son hoy moneda corriente, sin encuentros.

Sobre la posibilidad del regreso, Caruso Lombardi fue crítico: “no vemos mejoría, hablan muy tranquilos sobre el empezar esto, empezar lo otro. Hay que llevar esto con tranquilidad y me parece que lo estamos apuntando demasiado por el hecho económico”.

Y puntualizó en el deporte: “el fútbol hace que te apures y yo me pregunto cómo. Yo hablo con muchos técnicos del exterior y en los demás países es un desastre como están ¿Cómo van a hacer para viajar? ¿Para estar en un avión todos juntos? ¿Cómo van a ir a jugar a otros países? ¿En qué hotel van a estar? ¿Van a comer juntos? ¿Van a comer separados? Hay un montón de cosas en las que para mí están totalmente errados”.

Además de las nuevas modalidades, los entrenamientos virtuales y el desafío de contener, los técnicos tienen la batalla por el proceso electoral de la Asociación de Técnicos. Caruso Lombardi en este escenario se para como referente de la Lista 26 Agrupación Federal Directores Técnicos.

“Los técnicos no tienen un mango”, arremetió y apuntó tanto a la falta de representatividad como a desmanejos.

“Salen a decir desde el gremio que van a defender a los técnicos pero están echando todos los días técnicos de inferiores, de futbol femenino. Me escriben diciendo que no pueden hacer Zoom o charlas porque están trabajando de limpiador de hornos, un técnico de San Luis me dijo que vendió la bicicleta para vivir la semana”, graficó.

También se refirió a irregularidades como ser la falta de contrato, lo que implica que “no tengas nada, ni obra social, ni aportes jubilatorios, farmacia, nada. Además, no se cobra y cuando querés ir a discutir no tenés algo para pelear”. En este apartado, mencionó inclusive a entrenadores reconocidos como Omar Labruna, Diego Cocca o Mario Sciaqua, entre otros.

Conformando un esquema de trabajo federal y representativo, Caruso Lombardi se lanzó de lleno a la campaña: “que no nos engañen, hay gente que no es técnica, mienten los apellidos. Nosotros tenemos un grupo muy lindo, que está trabajando por ejemplo para que todos los técnicos de La Plata estén unidos y La lista 26 va a hacer lo imposible para que le vaya bien”

El acompañamiento en tiempos complejos es otra de las bases de la propuesta que presenta el exentrenador de Tigre, Argentinos, Newell’s, San Lorenzo y Racing, entre otros.

“Los abogados nuestros son los únicos que están trabajando y estamos viendo cómo llegamos a la elección. Estamos viendo la posibilidad de que nos reciba la gente del Gobierno. Nosotros en 25 años nunca votamos, somos 18 mil técnicos y todo técnico recibido con analítico en mano puede votar”, solicitó, denunciando  además que el oficialismo “quiere votar con mil  carnets porque son las credenciales truchas que tienen preparadas. Ya lo denunciamos y ya todo el mundo lo sabe”.

“Los técnicos merecemos otro trato. Yo ahora estoy tramitando una obra social, para que todos los técnicos del país tengan, una farmacia, un aporte jubilatorio. Hay que incorporar al convenio colectivo de trabajo que todos los técnicos sea futsal, femenino, tengamos todos contrato”, reiteró.

“Nos fijamos los 50 técnicos de elite, pero los demás es una vergüenza lo que ganan. El fútbol no es un hobby es una carrera, Tenes chicos a cargo y nunca se hace una capacitación pedagógica para manejarlos. Hay que arreglar muchas cosas, lo único que les interesó a todos es tener la Escuela para cobrar”, dijo

Y cerró: “los técnicos no quieren más ser rehenes, les pagan cuando quieren, los echan cuando quieren. Muchos nunca pudieron trabajar”.