En entrevista con BerissoCiudad, un grupo de vecinos del barrio de Villa Progreso manifestó la necesidad de dar a conocer y “desenmascarar” a un hombre que durante cinco años fue un punto de conflictos por su actitud “violenta”, tanto dentro como fuera de su domicilio.

La persona en cuestión es Juan Carlos Martínez, quien el pasado miércoles 4 de marzo relató a través de este medio la golpiza efectuada por un joven de la zona.

Una vez publicada la nota, un grupo de frentistas consideró de suma importancia el hecho de refutar la posición de “víctima” que había tomado Martínez.

En este sentido, comentaron que todos los días “filma a menores que pasan por la vereda calificándolos de chorros y faloperos”, y el día que recibió la golpiza fue porque “justamente comenzó a filmar a uno de los chicos que nada tiene que ver con la persona que él mencionó en la denuncia”.

Si bien es cierto lo de la golpiza, los vecinos señalaron que “en los cinco años que está persona ésta en el barrio le han hecho infinidad de denuncias y corridas a la comisaría porque le ha pegado a menores, ha acosado a las nenas verbalmente e incluso le ha mostrado los genitales a menores”.

“Le ha pegado a nenes, los insulta, no dejan que jueguen a la pelota, le dicen chorros. En total somos unas 130 familias y hasta ahora al menos con 100 tuvo problemas”, recalcaron.

Por otro lado, mencionaron que “el mismo día que sucedió el problema, a las dos horas de haberse publicado la nota en BerissoCiudad, tuvieron que llamar a la policía porque Martínez estaba agrediendo a su mujer, algo que sucedió siempre”.

En este sentido, retomando las palabras de la víctima, dijeron que “ella se bancaba toda esta situación por un plato de comida para los hijos, porque no tiene trabajo ni ingresos propios”.

Por ello, en la jornada del jueves “todos los vecinos le llevamos mercadería, y los que podían le dieron algo de dinero hasta que ella consiga trabajo”.

Actualmente la mujer cuenta con una perimetral, un botón antipánico y la colaboración de todo el barrio que se puso a su disposición para evitar que Martínez vuelva a su domicilio, “por el bien de ella, de sus hijos y el de todos”.