En diálogo con BerissoCiudad en Radio, el médico Ángel Rivero habló sobre la pandemia, la pelea que siguen llevando adelante día a día en la trinchera y la necesidad del compromiso social.
Desde el Hogar de Ancianos, establecimiento del cual es parte también como médico, Rivero comenzó exponiendo que “hay un desgaste físico y mental que involucra también lo emocional y las guardias parecen no de 24 horas sino de 72 horas”.
La difusión de la gravedad, la afección de las personas, el miedo y las angustias de cada sujeto y de cada paciente se hacen carne en los médicos y en el personal de salud que lleva adelante esta heroica tarea de sostener el sistema sanitario y proteger la vida de la comunidad. Así lo siente y así lo vive Rivero.
“Sufrimos cuando pasan cosas no deseables y desagradables pero también estamos cuando pasan cosas lindas”, aseguró el facultativo y añadió una anécdota: “cuando un paciente se va de alta después de pasar una situación al límite se emociona, y nos emociona y lloramos a la par. Es un desgaste continuo”.
Asimismo, aprovechó el espacio para “llamar a la concientización de todos, yo soy de Berisso ando en las calles de la ciudad y veo muchas situaciones que me ponen mal. Hay gente que no tomó conciencia y no entiende que le puede tocar. Todos somos responsables, no es un gobierno, no es un partido político”.
Y enumeró gente sin barbijo, jugando a la pelota, compartiendo elementos, sin respeto a la distancia “mucha gente no entendió todavía que estamos en una situación extrema y drástica”.
Vale recordar que el doctor contrajo COVID en la trinchera y no la pasó bien, también desde esa perspectiva pidió la colaboración social.
Cómo médico, “uno sabe que la situación es grave y nos vamos a encontrar con este panorama grave” desde el aislamiento, la preocupación por los familiares, la contención emocional y demás son diarias y cotidianas “en la situación feliz también hay mucha movilización, hoy le di el alta a una abuela que estuvo 20 días se nos puso a llorar y lloramos juntos, uno se va movilizado. No es un desahogo es un penar que tenemos adentro”.
Una vez más Rivero llamó a los cuidados: “el barbijo tiene que ser parte de uno, para el mandado, para sacar la basura” más aún en los próximos meses de invierno “depende de nosotros que esto no sea aún peor”.