Tras el episodio de violencia y enfrentamiento ocurrido el pasado domingo por la madrugada en 156 entre 26 y 27 de la ciudad de Berisso, varias personas debieron ser trasladadas al Hospital Larraín con heridas de bala, incluyendo un joven en estado sumamente crítico.

En este escenario se desató una nueva situación de tensión, dado que según relatan testigos presenciales, el Hospital se llenó de gente y hubo “amenazas a personal sanitario, rotura de puertas y sillas, gritos y mucha tensión”.

En este marco, una trabajadora del hospital, Laura Pereyra, de 46 años, sufrió un infarto y una vez estabilizada fue trasladada a la clínica de la Comunidad en Ensenada.

“Mi mamá estaba en servicio cuando ocurrieron los incidentes alrededor de las 4 de la mañana”, comenzó exponiendo la hija de la mujer que permanece Internada y a la espera de una nueva intervención.

Asimismo, cuentan que fue una gran cantidad de gente la que se presentó en el Larraín para acompañar a los heridos “por protocolo no los dejaron pasar. Hubo empujones, exigieron que los dejen pasar, ella se asustó y a raíz de esto sufrió un infarto”, relató.

Siguiendo con su exposición, puntualizó en que Laura “primero fue asistida por los médicos de Berisso y luego la trasladaron. Ayer (domingo) la operaron de urgencia y ahora la espera una segunda operación entre el martes y el miércoles”.

Sobre el acompañamiento, la familia de Laura manifestó que “sus compañeros están pendientes, nos preguntan pero sólo ellos. Por otro lado no tuvimos comunicación, nadie nos preguntó”.

“Es indignante que le pase esto en el trabajo porque nadie le dio la seguridad que tenía que tener, más allá de que la situación se desbordó y le podía haber pasado a cualquiera, pero tampoco nadie se comunicó con nosotros”, se lamentó la hija de la trabajadora.

Cabe agregar que desde la dirección del nosocomio local se conoce la situación de la trabajadora y explicaron que la intervención se trató de la colocación de tres stents.