Este lunes, en 60 y 123, una estudiante de 18 años se arrojó del transporte público cuando el choche estaba en plena circulación. En estas últimas horas se dio a conocer el fallecimiento de la joven, debido al fuerte golpe en la cabeza sufrido.

La adolescente, identificada como Isabella Marino, llegó al Hospital Larraín en gravísimo estado. Tras atenderla, los profesionales le diagnosticaron que sufría muerte cerebral, por ende, los padres decidieron donar los órganos.

El hecho ocurrió a inicios de semana cuando Isabella, oriunda de la localidad chubutense de Rawson, se subió por error al colectivo de la línea 214 y al ver que se había equivocado de dirección se lanzó en movimiento. El chofer del colectivo intentó disminuir la marcha en el momento que tomaba la decisión, pero no alcanzó y frenó unos metros después.

Quien intervino fue el fiscal Carlos Vercellone de la UFI Nº10  y el chofer, de 32 años, quedó imputado en la causa abierta por “lesiones culposas”.