Salud

Graves acusaciones contra la presidenta de la Clínica Mosconi: despidos y baja calidad alimenticia para pacientes

El centro asistencial en cuestión.
El centro asistencial en cuestión.

Tras atravesar los últimos días del año en medio de conflictos, trabajadores de la Cooperativa Clínica Mosconi de Berisso manifestaron lo difícil que resulta sostener su puesto laboral, con una dirección que hace caso omiso a sus pedidos.

“Hoy es triste lo que estamos viviendo. La nueva gestión encabezada por Silvia Argañaraz asumió a través de un voto prácticamente unánime. Pero fue una campaña sucia y de mentiras, porque en lo que va de la gestión despidió a 25 compañeros y bajó la calidad de los alimentos para los pacientes”, comentó en declaraciones a Cadena Radial NOVA la vocera y compañera del grupo de enfermeros afectados, Lizi Mac Laughlin.

Según indicó, es la actual presidenta quien decide el ingreso o no a la clínica, una modalidad que aparentemente empezó cuando se le pidió el aumento del retorno, para sumar a los 34 mil pesos que cobran mensualmente.

“No nos olvidemos que esta Cooperativa está integrada por mujeres y que la mayoría son sostén de familia” -acotó la afectada- pero ellos asumieron en marzo y ante cada falencia que uno reclama se escudan con la gestión anterior, que no pasó por la inflación que estamos viviendo nosotros”.

En relación a la situación de la institución, describió: “los pacientes que allí concurren son de toda la vida, y no pueden creer lo que está pasando. Algunos que son crónicos se traen hasta las sábanas; esto se tiene que decir porque no están dando la solución a la problemática”.

“Nosotros somos privados y tenemos que darle la atención que corresponde, no esperar dos o tres días a que llegue la ropa de cama. Lo mismo con la calidad de alimentos para la cocina”, agregó, reiterando como en otras oportunidades que “estamos trabajando con seres humanos, pero Silvia actúa como si fuera un almacén de barrio”.

“Al médico de imagen que estaba pendiente en todo momento, desde hace 15 años, lo echo porque reclamó dos meses que no le había pagado”, comentó solo para dar un ejemplo de la forma en que dicha autoridad se manejó con el personal.

En cuanto a la ayuda del Municipio planteó que todo se disolvió con la llegada de Silvia Argañaraz. Por eso, sumado a la no respuesta de la presidenta se acercaron a hablar con el intendente Fabián Cagliardi “que está a disposición para ayudar. Pero el ritmo burocrático es más lento que las necesidades que allí rigen”.

Para terminar, anunció que seguirán firmes hasta lograr el aumento del retorno y terminar con el hostigamiento y maltrato con abuso de poder, a la espera de una nueva asamblea.

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