Un vecino de nuestra ciudad se contactó con la redacción de BerissoCiudad para contar lo sucedido en un hecho del que fue víctima junto a su hijo, y que terminó peor aún, ya que ambos resultaron heridos, después de haber reclamado los elementos que les habían robado.
Es así que Carlos Alberto López, conocido en su barrio como el ‘Pelado’ López contó: “soy el papá de Nicolás, el pibe que hoy (por el jueves) a las 8.50 de la mañana fue interceptado por, al menos, cinco personas en la manzana 10 frente a la 11 del Barrio Obrero cuando él se dirigía a entrenamiento ya que es jugador de las juveniles de Villa San Carlos”.
“Cuando lo increpan a mi hijo le sacan la ropa que tenía en el asiento delantero, como así también la camiseta de entrenamiento y otras pertenencias y dinero que corroboramos más tarde cuando ya estábamos tranquilos. En el momento en que lo increpan da la casualidad que yo salgo en mi auto para ir a hacer unos trámites y me encuentro con que lo están robando”, informó.
Luego detalló que “de más está decir que nosotros vivimos a la vuelta de donde paso todó 11 frente 12 de dicho barrio, bajo del auto diciéndoles que le devuelvan lo robado aceptando y devolviendo la casaca que es lo único que se había percatado en ese momento mi hijo, sin nada más que hacer ahí procedemos a subirnos cada cual a su auto para seguir y dejar todo como un mal entendido cuando en una forma cobarde y de traición cuando estoy cerrando la puerta de mi auto me parten una botella en la cabeza ocasionándome varios cortes”.
Incluso agregó sobre las heridas: “terminaron con curaciones y puntos en mi cuero cabelludo, acto seguido que me increpan y golpean bajo del auto sin saber de la gravedad de mis heridas y terminó a las trompadas con al menos tres de ellos y mi hijo con un cuarto viendo la cantidad de golpes que les propinábamos se caían y se levantaban como resortes, optamos por salir de esa escena porque parecía que estaban con mucho alcohol y algunas sustancias más encima”.
Resumiendo que “eso es lo que pasó no me tiraron con una botella sino que me la partieron en un acto salvaje y cobarde, es muy difícil la situación de nuestro barrio está cada día peor, casualmente el patrullero que pasa habitualmente dejó de hacerlo y nadie se acercó”.
Por último, y como la gota que rebalsó el vaso, López contó que al llegar al hospital ensangrentado en medio del stress ocasionado minutos antes, personal de Control Urbano le labró un acta por mal estacionamiento, por lo que deberá perder un día de trabajo en el Juzgado de Faltas para resolver la multa ejecutada”.