Los gobiernos de Nación y Provincia casi al unísono lograron “sensibilizarse” con la crítica situación del pueblo. Anunciaron y pusieron en práctica esta semana paquetes de medidas con el fin de “aliviar” el padecimiento económico. Productos Esenciales, congelamiento de tarifas hasta diciembre, amortiguación bancaria, son algunas de las iniciativas que no denotan otra cosa más que “estamos bajo el agua”.
La oposición y su semana “tranqui panki”
Cómo cada editorial, el repaso de las acciones de la oposición dejan huellas en la ciudad. Esta semana fue sutil, tanto a Juan Ignacio “Che Guevarra” Mincarelli, cómo a Adriana “Birra” González se los vio en la calle dialogando con vecinos. Mientras que a Fabián “Pan Triste“ Cagliardi no le queda palo o poste sin intervenir con un cartel. El empresario de la obra pública tiene la fija intención de ir por la ciudad. Eso sí, experiencia en gestión tiene poco y nada, sólo conocemos su performance como vicepresidente del Club de Gimnasia y Esgrima de La Plata, al cual fundió dejándole una deuda millonaria.
Por último, Alejandro “verdulero” Paulenko por su parte preparando una jornada de vacunación animal ¿Y él área de veterinaria de la comuna?
Con la intolerancia como bandera
Desde sus primeros pasos en la gestión, el gobierno de Cambiemos en Berisso dejó entrever distintos episodios que ponen de manifiesto el perfil autoritario y poco democrático de quienes lo componen.
Hagamos un poco de historia:
Corría el año 2017 cuando el actual secretario de Producción, Pablo Swar, se vio en el ojo de la tormenta al comandar un grosero “apriete” a la entonces periodista hoy devenida en funcionaria, Manuela Chueco, quien está al frente de una de las áreas más sensibles.
Swar, denunciado por la propia agredida -con quien en la actualidad comparte mesa chica- envió una patota con el fin de evitar una entrevista.
Ese mismo año, José Manuel “Cacho” Méndez, quien era jefe de Gobierno (luego pasó a Jefatura de Gabinete y finalmente se acomodó en el cálido bloque oficialista de Cambiemos) atropelló con su vehículo a un menor estudiante de la escuela secundaria que protestaba junto con sus compañeros frente al palacio municipal. Pedían el Fondo de Financiamiento y recibieron un golpe. Mendez simplemente adujo no haber visto al menor que quedó sobre su coche.
Otro episodio, tristemente destacado, fue aquella sesión en el Concejo Deliberante en la que se intentó -por todos los medios- aprobar el Pacto Fiscal.
Vallado el edificio de Montevideo esquina 8, fuerzas de seguridad plantadas en los accesos, balas de goma y gas pimienta, fueron algunos de los detalles del contexto. La paradoja en un escenario que simboliza la democracia más pura: el cuerpo legislativo.
Días atrás un trabajador municipal del corralón fue abordado por el delegado de la zona I, Gabriel Kondratzky, quien le exigió que retire una bandera con las caras de Cristina Fernández y Néstor Kirchner.
Buscaron sancionar al empleado, quien solicitaría el pase a otra área.
Murgia amenazó y Nedela calló
Para no hacer una lista tan extensa, hay que cerrar con el último suceso que involucra al secretario de Obras y Servicios Públicos, Raúl Murgia, quien en medio de la asunción de la nueva comisión directiva de bomberos amenazó al director de este medio, Daniel Campillo.
Todo comenzó con una entrevista periodística a Chueco en Cadena Radial NOVA. El desarrollo apuntaba al mal manejo y la mala intención de las redes sociales, además de las construcciones mediáticas con fines políticos. En ese marco, fue consultada por su situación sentimental y los rumores que un sector quiere instalar, manifestando que tiene una relación con Murgia -acción que este medio nunca compartió-.
La experiodista no aprovechó la ocasión para explayarse en el tema y sentenciar esto como un accionar malicioso (entendiendo que es lo que hoy está en agenda, por tratarse de dos funcionarios de altísimo rango que manejan recursos del pueblo), sino que encontró en el tratamiento de la temática una ofensa.
Molesto, Raúl Murgia cruzó al director de este medio y le propinó amenazas ante una gran cantidad de personas, incluyendo al propio intendente Jorge Nedela y al novato presidente del Concejo, Matías Nanni.
Cabe aclarar que el jefe comunal frente a ese escenario de violencia no tomó intervención. Justificó así la agresión.
Con esta serie de sucesos (sólo algunos relatados) queda de manifiesto que la violencia no es potestad de un solo grupo político.
Lamentablemente quienes dicen con su boca ser democráticos con sus hechos se muestran autoritarios y violentos.