Con la lluvia de este lunes, decenas de arterias de nuestra ciudad amanecieron inundadas, complicando el cotidiano de vecinos que, lejos de celebrar el agua, volvieron a vivir un viejo panorama poco alentador.
El ejemplo clave se dio en calle 18 entre 152 y 152 norte, cuando, entre las 7 y 8 de la mañana, se activó el movimiento con la ida a las escuelas y trabajos.
Consultados por BerissoCiudad, quienes viven en la cuadra mencionada comentaron que este inconveniente lo padecen desde hace más de diez años y que, a pesar de los reclamos, jamás se le dio una solución.
El agua "que se junta cada vez que caen dos gotas" llega hasta la mitad de las veredas; motivo por el cual, quienes tienen autos no los pueden sacar. Y los que van a pie tienen que circular "por el pedacito de tierra que queda".
"Los chicos que tienen que ir a la escuela pasan con botas y se las sacan en la esquina, donde se ponen las zapatillas", describió una frentista.
Por otro lado, indicaron que durante el mes de enero el municipio estuvo realizando obras "pero no limpiaron y el agua se sigue estancando". Algo que se suma a la "ausencia de las cooperativas que hace tiempo no pasan a barrer".
Ante está situación, "los únicos que vienen con el camión son los del Corralón, que drenan la esquina de 18 y 152 cuando pasan tres días y el agua sigue ahí. Hoy no pasaron".
Debido a ello, expresaron que la intención de seguir reclamando de parte de los vecinos está, pero "nunca se logró una intervención"; por ende, se mantienen alertas a que el nivel del agua no pase a mayores.