Desde el comienzo de año, vecinos de distintos puntos de Berisso manifestaron su preocupación ante el estado “deplorable” del agua que llega a sus viviendas.
Quienes se vieron particularmente afectados fueron los frentistas de la zona de calle 22 y 172, calle 13 y 159, Villa Argüello, calle Baradero, Villa Zula y El Carmen.
Al hablar sobre el problema, que en algunos casos persiste durante toda la jornada, señalaron
que “no se puede lavar la ropa ni limpiar, porque queda todo manchado”, incluso uno de ellos dijo que “a dos días de colocar un filtro nuevo” el mismo se tuvo que tirar porque “se puso marrón al instante”.
Cómo medida de precaución, decidieron invertir en agua envasada, pero “el gasto sobresale del presupuesto y es imposible costear el consumo de esta manera”.
De parte de la empresa prestadora del servicio, la respuesta fue que “esto es sólo parte del mantenimiento general” y que "no traería inconvenientes a largo plazo”.
Sin embargo, en plena temporada estival y con una planta potabilizadora que desde el momento de su inauguración funcionó en reversa, es muy probable que los vecinos de Berisso tengan que padecer la mala racha del agua, bancando el olor y la mugre que la acompaña.