Con un panorama no menos preocupante pero sí más holgado que hace dos semanas, el director del Hospital Larraín, Ricardo Baudino, se refirió a la situación del nosocomio en el marco de la pandemia y con aquellas otras atenciones no COVID.
En principio, el médico reconoció que “estamos un poquito más tranquilos que dos semanas atrás pero igual sigue viniendo gente a hisoparse, como también por terapia. Es menor la afluencia, estamos en una meseta que tiende a bajar pero todavía es una meseta alta de casos, esto hace que siempre estemos comprometidos, sobre todo, en camas de terapia”.
En consonancia con lo que sucede a nivel nacional, en Berisso el promedio de edad de las personas más afectadas por COVID bajó: “no hay un promedio exacto pero es más o menos de 53 años. Creemos que es porque la gente mayor de 60 tiene un alto porcentaje de vacunación y esto hace que si te contagiás, no desarrolles una enfermedad grave. Sobre todo la Sputnik que tiene un 100 por ciento de chances de no desarrollar una enfermedad grave”.
Las cepas más agresivas también fueron mencionadas por el facultativo y remarcó que posteriormente a la aplicación de la vacuna deben seguir los cuidados.
En cuanto a la ampliación de camas de terapia, Baudino informó que “teníamos 12 camas de UTI y las llevamos a 14, ya no tenemos más espacio físico para ampliar camas” con seis camas en terapia tradicional y otras ocho en planta baja.
El recurso humano es, fue y será fundamental: “estamos cansados pero siempre con un gran potencial en vocación de servicio tanto del personal médico cómo no médico”, a esta apreciación el director sumó la información que “se sumaron 16 enfermeras más mediante la beca COVID que dio el Ministerio y eso ayudó mucho porque pudimos reponer en días y francos la gente que venía trabajando muy seguido”.
Personal contagiado en el Larraín sólo hay tres y el 98 por ciento del personal está vacunado. Hay excepciones que responden a personas que por alguna particularidad no pueden hacerlo.
Hoy el hospital ya no realiza vacunaciones, una vez finalizado todo el proceso destinado a médicos, enfermeros y personal de salud: “la idea es que no entre gente al hospital para eso se hicieron las postas de vacunación”.
En cuanto a los hisopados y a la descompresión gracias a la instalación de postas de testeo y el DetectAr, Baudino aseguró que “nos ayudó mucho, hubo días en que entre el municipio y nosotros hicimos 420 hisopados. Nosotros alrededor de 120 por día y se saturaba el sistema del procesamiento de muestras”, hoy estamos en un promedio de 60 hisopados diarios, los PCR demoran entre tres y cuatro días y los rápidos 15 minutos.
“Al principio de la ola los positivos eran del 50 por ciento de los testeos, hoy un 40, 45 por ciento de los hisopado son positivos”, cerró.