Vecinos de la zona del asentamiento San José Obrero se comunicaron con este medio para dar cuenta del desborde cloacal con el que se ven obligados a convivir.
“Estamos rebalsados de aguas servidas, la central de la cloaca pasa a cien metros y no se hicieron las cloacas”, expuso uno de los frentistas afectados.
Cabe reseñar que hace alrededor de dos meses se realizó un drenaje pero ya nuevamente los líquidos tomaron las calles y los vecinos atribuyen el problema a que “esto está totalmente tapado”, mientras conviven con el agua y el olor. “Esto que está en la calle es materia fecal”, graficaron.
Así también recordaron la existencia de un pozo en 33 y 168, que tras haberse caído la tapa quedó al descubierto y casi rebalsada, contando con alrededor de tres metros de profundidad.