En diálogo con BerissoCiudad, una vecina del barrio Villa Progreso expresó su malestar y el de otros frentistas ante las condiciones en las que se encuentra la calle. El clamor por una solución no es nuevo, sino que viene dándose desde hace años.
En este marco, Rosa detalló la situación: “desde hace muchísimos años se estanca el agua, desde que hicieron el asfalto prácticamente. Justo en mi cuadra está mal hecho, está desnivelado y toda el agua va y queda estancada ahí”.
Este pedido es histórico, Rosa vio a sus padres reclamar cuando ella era pequeña y de grande le quedó el legado: “ahora con 31 años reclamo yo y tampoco me dan importancia”.
Distintas cuestiones son las que empeoran el cuadro, por ejemplo, que sus dos padres son personas con discapacidad. Su padre, de acuerdo con lo informado por Rosa tiene 84 años, utiliza un bastón para su movilidad, tiene asma y, debe sortear obstáculos para salir de su casa dado que en el cordón se acumula más de un metro de agua.
A esto se suman las condiciones de higiene porque el agua estacionada genera acumulación de insectos: “en verano no se puede tener la puerta abierta por las moscas y mosquitos”, indicó y agregó que el perjuicio no solamente es sobre el devenir cotidiano, sino que tuvo un impacto económico.
Rosa y su familia viven en 80 entre 125 y 125 norte a unos metros de un jardín de infantes. Como medio de subsistencia ella junto a sus padres dispusieron un kiosco, que debió cerrar, según relatan, por la dificultad para llegar a él por el agua en el cordón.
“Se empezó a juntar mucha agua y la venta decayó un montón. Lamentablemente tuvimos que cerrar el kiosco porque quién va a cruzar el charco para ir al kiosco. Nos perjudicó un montón”, dijo la vecina, pero le quitó importancia para así poder subrayar la situación de la salud.
Durante esta semana, los vecinos en conjunto cansados de la situación emprendieron una solución momentánea y paliativa limpiando por sus propios medios y con sus propios elementos. Lo hicieron como pudieron, porque no alcanzó con la fuerza sola de los vecinos.
Cabe destacar que las personas dedicadas a la limpieza de las calles pasan por el lugar y realizan las tareas, pero: “no tienen botas, ni tienen palas y en vez de limpiar ensucian más porque lo único que pueden hacer es sacar todo el barro al medio de la calle” dijo la frentista.
Este reclamo llegó a la gestión anterior en reiteradísimas ocasiones, ahora los vecinos le piden al gobierno municipal una solución concreta. Tuvieron oportunidad de dialogar, según lo manifestado por los mismos, con autoridades de alto rango del Ejecutivo, con miembros del Honorable Concejo Deliberante y, aún están sin respuestas.
Este miércoles los vecinos tenían pensado asistir a la delegación a cargo de Gabriel Kondratzky para, una vez más, exponer su situación y a exigir una solución de conflicto, aunque ya tienen conocimiento del problema porque todos ya recurrieron a la dependencia, inclusive las autoridades del jardín de infantes han presentado notas al respecto.
Para los frentistas una solución sería la limpieza constante de la zona y, para una reparación profunda, definitiva y de raíz la realización del asfalto nuevamente, por ejemplo.