En diálogo con BerissoCiudad en Radio, el exintendente Enrique “Quique” Slezack, analizó la situación actual de la ciudad, haciendo foco en cuestiones de seguridad y de gestión.
De cara a los comicios de este año, respaldó al jefe comunal Fabián Cagliardi y en ese sentido aseveró que “no importa si él quiere ser reelecto, está con ganas de ser candidato, se quedó colgado con lo que no pudo hacer” por las situaciones externas que se lo impidieron.
De todos modos, y en tren de unidad, advirtió que “hay compañeros que dicen que no está rodeado de buena gente”.
Al aludir a aquellas y aquellos dirigentes que quieren participar de las elecciones en internas, consideró que “tiene que haber” esa instancia y que tomar parte “todos los que quieran”, aunque lo que importa son “las formas”.
De todos modos, advirtió que “en vez de construir para el 100 % lo hacés para el 50 %, ni siquiera después terminás convenciendo a los tuyos”, reflexionó.
Volviendo a la figura del jefe comunal, expresó que “se sumó al peronismo, no vino por fuera, es su forma de ser, tranquilo” y “no es agresivo”.
“No me gusta que se le exija a un militante, a los compañeros” siendo que “hay funcionarios que se van a la casa”, disparó el intendente mandato cumplido.
Acerca de la integración de los espacios políticos, evaluó que eso existe y que en su parecer, desde su Agrupación Barrio Obrero, “podríamos estar aportando con muchos compañeros” en torno a “cuáles serían las mejores acciones”.
Acto seguido, evitó ahondar en eventuales cambios de funciones de esta gestión. Y lo explicó: “no tengo yo un lugar donde medir” pero sí sabe que “hay funcionarios que no se los ve en ningún lado, que están porqué están. A veces malhumoran al grupo”.
En otro eje, se refirió a los otros espacios peronistas que se alejaron de la gestión actual. “Vanesa (Queyffer) está en todo su derecho” de querer ser candidata “pero en los modos no”, opinó.
Y sobre el Frente Renovador, manifestó: “tendremos que juntarnos con el Tano (Ángel Celi) para saber por qué rompieron el primer día que asumieron”, en tanto que con el sector de Juan Mincarelli “quedamos mucho tiempo desvinculados”, pero “no tengo ningún problema”.
Acerca de la falta unidad en 2015, negó nepotismo en sus intendencias: “mis hijos no entraron ninguno a la Municipalidad”.
Slezack también apostó al “funcionamiento del puerto” como un puntapié inicial para “un municipio viable”, por lo que le marcó a todas las fuerzas políticas que “tienen que estar insistiendo y exigiendo”.
Haciendo una reseña histórica, contó que “Berisso fue una ciudad portuaria, que un día para otro cerraron los frigoríficos y quedó mirando para todos lados”.
Ante el contexto actual de la gestión, revalorizó las obras y que “puede pasar” que la situación inflacionaria impacte en el desarrollo de las intervenciones, pero lo importante es que “se están haciendo”.
Para cerrar, el tres veces intendente de Berisso hizo referencia a la inseguridad: “es un tema delicado, hay que tener mucha firmeza. Los funcionarios tienen que estar muy encima”.
Y lo enlazó con las problemáticas en las comisarías, ya que “hay que exigir que saquen a los presos” de allí, “no tiene que haber presos en las comisarías”.
“Me hubiera gustado participar” en un plan de seguridad, tenemos mucha experiencia en eso”, concluyó Slezack.