Luego del lamentablemente episodio sucedido el pasado sábado durante la madrugada, el director del Hospital Mario Larraín, Ricardo Baudino, y la jefa interina de Emergencias, Ana María Fernández, brindaron detalles del hecho marcando la necesidad de ver la problemática en profundidad.
“Hoy estamos hablando de un caso que no es ajeno y ha ocurrido en otras oportunidades”, comenzó diciendo el director, describiendo que el sábado un paciente provocó “más daños materiales de lo que habitualmente puede ocurrir en la guardia de un Hospital”.
Se trata de una persona de unos 35 años que llegó al nosocomio “afectado por consumos problemáticos”.
Estaba recostado en la cama y “de golpe se levantó fuera de sí y empezó a romper cosas de la guardia”, como dos respiradores, un monitor multiparaméteico, dos puertas y un electrocardiógrafo, entre otras cosas.
En esta instancia, se preservó la integridad del personal de salud hasta que se logró controlar la situación, al margen de reparar todos los daños materiales del área que funciona las 24 horas “donde no estamos ajenos que en el mismo momento ocurra un accidente o que una persona requiera del servicio”.
En cuanto al sujeto en cuestión, Baudino explicó que llegó a la institución por medio el SAME y que ya ha tenido episodios similares “y en su momento se hizo la denuncia correspondiente por parte de la familia”.
Pero más allá del hecho en sí, señaló que “la escalada de violencia está a la orden del día en casi todos los centros hospitalarios y Unidades Sanitarias que responden a un cambio en la conducta de las personas”.
Una situación que, según marcó, trajo aparejada la pandemia, ya que marcó un claro aumento del alcoholismo y drogadicción.
Con 38 años de emergencias, Fernández comentó que “durante la pandemia esto cesó pero nunca dejamos de tener índices de violencia, alcoholismo y drogadicción. Y cualquier persona de Berisso que haya asistido a la guardia siempre vio alguna rotura o personal agredido de alguna manera”.
Sin embargo, “mientras sigamos con este deterioro económico, el alto consumo de tóxicos y de alcohol no vemos mucha salida, porque los atendemos, invirtiendo mucho dinero en este tipo de pacientes”.
Además, “la policía actúa como puede y si la madre no lo puede contener obviamente el resto es predecible”.
Hoy día el paciente está en la Comisaría Primera con una causa judicial por lesiones y rupturas, “pero si queremos lograr que se cierre la rueda debemos tener otras miradas”, es decir contar con los dispositivos y herramientas que permitan dar respuestas a los problemas de fondo que tienen como consecuencia los problemas de salud mental.
Lo material, en tanto, prontamente será recuperado porque ya de activaron las gestiones pertinentes.