La integrante de la Cámara de Taxis de Berisso, dialogó con FM Berisso Ciudad sobre la difícil realidad que atraviesa el sector, marcado por una caída en la demanda, la competencia desleal de las aplicaciones ilegales y la situación económica que enfrentan los trabajadores taxistas.
"El trabajo está muy bajo. Vivimos una lucha diaria contra las aplicaciones ilegales, que nos complican la posibilidad de sostener el trabajo. Es frustrante estar en una parada durante más de una hora, esperando un viaje, y ver cómo autos particulares de aplicaciones se llevan a los pasajeros", relató.
Según la dirigente, la competencia con las aplicaciones no solo afecta económicamente al gremio, sino que también expone a los usuarios a riesgos. "Los vehículos de las aplicaciones no tienen seguro contra pasajeros ni limitaciones legales. Si ocurre un accidente, nadie se hace responsable. En cambio, el taxi está regulado y pensado para proteger tanto al pasajero como al conductor. Nuestra guerra es contra las aplicaciones ", mencionó.
También señaló la insuficiencia de operativos para controlar a los vehículos de aplicaciones ilegales. "Los controles no son frecuentes. A la noche, Berisso es tierra de nadie, tanto por la inseguridad como por la falta de regulaciones. Necesitamos que el municipio nos apoye, porque muchos compañeros dependen de este trabajo para mantener a sus familias", dijo.
"Los costos de reparación y renovación de los autos son altísimos. Muchos compañeros no pueden renovar sus vehículos y eso afecta directamente la calidad del servicio", explicó.
La dirigente taxista describió cómo ha cambiado la dinámica laboral para el sector. "El trabajo se concentra en los primeros días del mes, cuando la gente cobra, pero después cae un 60 por ciento. Además, los viajes cortos, que antes eran comunes, ya no se realizan con la misma frecuencia porque los pasajeros prefieren caminar o usar transporte público. Aun así, muchas veces estamos obligados a tomar esos viajes para poder generar algo de ingreso", describió.
En cuanto a la posibilidad de que los taxistas adopten aplicaciones legales para captar más viajes, Solis fue categórica: "Nosotros somos un sector que lucha contra el transporte ilegal. Si nos ponemos a favor de las aplicaciones, el taxi desaparecerá. Las agencias también se verían afectadas, y el servicio tradicional se perdería por completo", sostuvo.
Por último, Andrea Solis habló sobre su experiencia como mujer taxista, especialmente trabajando de noche. "Es un desafío enorme. La inseguridad es un problema constante, pero trato de seguir adelante porque amo lo que hago y porque es el sustento de mi familia. Luchar por nuestro gremio y por mejores condiciones es lo que me motiva cada día", concluyó.