Pasó el temporal y llegó algo de calma para cientos de vecinos que se vieron afectados por las inundaciones del pasado viernes. Sin embargo, quienes viven en el barrio Cotilap padecen los resabios de una problemática que no da tregua.
La insistencia, en este caso, está más que justificada. De hecho, con el afán de dar una solución al tema, fueron los mismos frentistas los que supieron advertir sobre las consecuencias que trae aparejada la falta de obras o mantenimiento en la zona.
Pasados dos días sin lluvia y con clima seco, la circulación es "imposible". El ejemplo se vio en la mañana de este lunes con un camión recolector que debió ser asistido por una grúa, luego de quedar encajado en el barro.
"Acá estamos así todos los días. A uno le toman el pelo como si no supiera nada, pero las cosas pasan. El otro día pasamos fotos de autos que se cayeron, porque las calles no están bien asentadas", resumieron.