En FM Berisso Ciudad, el responsable de la ONG Tomar Conciencia, Marcelo Chediak, se refirió a las labores que competen al área de adicciones y las dificultades que se presentan.

En relación a La Casita, mencionó que “siempre se avanza, fuimos creciendo” a pesar de las contrariedades que generó la pandemia y sostuvo que “lo que no contiene el Estado, lo contiene La Casita”.

Pero recalcó que “se hace difícil cuando no hay un Estado que acompañe ciertas decisiones que hay que tomar”.

Así, reclamó por la articulación de áreas del municipio que “no se está dando”, por lo cual “estamos tarde y podemos hacer algo para que dentro de 3-5 años esto no nos explote más”.

En su rol de jefe interino de Adicciones, contó que en Berisso se logró traer a la SEDRONAR, en un trabajo conjunto con el intendente Fabian Cagliardi.

“Berisso es uno de los 11 municipios que tiene área de adicciones” pero los trabajos se ven obstaculizados porque “si no es lo que la Provincia dice, no es”.

Además, reclamó datos certeros, para tener un panorama más claro de los chicos ya que “están muy deteriorados en muy poco tiempo y en poca edad” por lo que “tenemos que tratar que la gente se acerque al sistema”.

Acto seguido, apuntó contra el Ejecutivo municipal por no tener la “decisión política” para poder entrar a las escuelas y concientizar.

A su vez, planteó que hay que “generar un plan estratégico para el año que viene para entrar a la currícula”.

En ese sentido, a comparación del Conurbano, “nosotros estamos en un paraíso a lado de lo que se viene, están las madres desesperadas a cualquier hora de la noche pidiendo internar a sus pibes” adictos.

Sobre el trabajo del CPA, manifestó que “dejó de atender consumos problemáticos” y en su labor “o tiene territorio, tienen otra modalidad”.

“A los barrios y a la escuela van con nutrición, educación sexual, bucal, no es que no se puede entrar, se puede entrar” pero “hay temas que no hay entrar, adicciones no”, lamentó.

“Si no entendemos que detrás de la adicción hay un problema, que necesitan una contención para frenar… nadie elige ser adicto, algo les pasó”, reflexionó.

Ante estas problemáticas y la falta de apoyo del municipio, reconoció que “hay bastante desilusión, pero hay que valorar que no teníamos dónde discutir”, por los espacios como La Casita o la SEDRONAR, pero “a veces no me siento acompañado”.

Y ante la ausencia del tema en la agenda política, evidenció: “las adicciones no pagan políticamente, está totalmente manejado por una estructura” pero debe ponerse “en agenda, hay que tomar decisiones”.

“Me enojo, me hace mal, prefiero llorar a ser el violento de antes. Estoy pidiendo ayuda como un tipo recuperado para que no les pase lo que me pasó a mí”, cerró.