Bianca Flores es una pequeña de 9 años, vive junto a su mamá y su papá en la ciudad de Berisso. Va a tercer grado de la Escuela San Francisco y tiene un enorme corazón, tan grande que espera meses para cortarse el pelo y donarlo para la confección de pelucas oncológicas.
Bianca y su mamá, Laura, recibieron a BerissoCiudad en su casa para compartir sensaciones y detalles de esta maravillosa iniciativa solidaria.
“Es para las personas que tiene cáncer, me corté el pelo para donarlo a los hospitales”, comenzó con una suave voz que denotaba timidez, añadiendo además que es la segunda vez que realiza este acto de amor.
El interés por ayudar a otros surgió en la pequeña cuando tenía 6 años y vio una película en la que la protagonista no tenía cabello. “Le pregunté a mi mamá y ella me contó que tenía un problemita de salud. Entonces me dieron ganas de donar mi pelo”, relató.
A veces el corte es de 25 centímetros “a veces un mechón puede servir”, graficó.
La primera donación de Bianca fue destinada al Hospital de Niños y la segunda vez a Hurlingham.
La pequeña fue desde un principio apoyada e incentivada por sus padres y seres queridos: “mis amigos no saben que yo dono pero mi familia sí, me dicen que soy solidaria y buena”.
Laura, por su parte es enfermera, conoce de las necesidades en momentos de enfermedad y así también estableció los lazos para que el cabello de su hija llegue a buen destino.
“Bianca espera todo un año para que le crezca y cumplir los 25 centímetros que se requiere. El trabajo que hacen para la elaboración es muy lindo y no es fácil. Tiene técnica y seleccionan la cantidad y demás”, compartió Laura, remarcando que Bianca dona específicamente para los niños .
“Es un proceso, que crezca, cortártelo, prepáralo con las gomitas, debe ser secado al sol y muy seco. Pero es un procedimiento sencillo y para un bien” agregó.
Ahora, Bianca espera a que le crezca el pelo para continuar con su iniciativa.