Este jueves se llevó a cabo la tercera jornada del juicio por el brutal crimen que conmovió a la región. Se trata de Mía Aguirre, una niña de 3 años que ingresó en agosto del 2014 en estado crítico al Hospital Sor María Ludovica y falleció un mes después producto de los golpes provocados presuntamente por su madre y la pareja, Cecilia Cabrera y Sergio Argañaráz.
Ambos están imputados por “homicidio doblemente calificado por el vínculo y la alevosía, y abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado, todo en concurso real”, que prevé la pena de prisión perpetua.
En la primera audiencia realizada en el Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, la abuela de la pequeña, Roxana Alegre, particular damnificada representada por el abogado Matías Pietra Sanz, declaró ante los jueces. También dieron su testimonio los médicos que atendieron a la víctima. Por su parte, en las últimas dos jornadas declararon otros profesionales de la salud, efectivos de la Policía, una médica forense, la madre y la ex pareja de Argañaráz.
Detalles del caso
El 20 de agosto de 2014, Mia había sido trasladada por un móvil policial al Hospital Larraín de nuestra ciudad, tras sufrir un paro cardiorespiratorio. En ese momento, la progenitora de la pequeña había comentado al personal de salud que se había atragantado con la comida. Pero, cuando los médicos revisaron a la menor, observaron que el problema era más grave: Mia tenía hematomas en todo su cuerpo.
Luego de ser atendida y reanimada por los médicos de guardia, la intubaron y trasladaron al Hospital de Niños Sor María Ludovica, donde falleció un mes después. Según se desprende de la investigación a la que tuvo acceso este medio, se descubrió también que la niña tenía signos de abuso sexual. Inmediatamente, la pareja quedó detenida.
La fiscal de juicio Silvina Langone refirió que la menor "Mía Aguirre de tres años de edad sufrió maltratos físicos entre abril y el 20 de agosto de 2014 cuando convivía con su progenitora y el concubino de esta. Sin poder precisar la fecha exacta, el concubino de su madre la abusó sexualmente, accediéndola carnalmente vía anal, sin que su progenitora lo evitara y el 24 de septiembre falleció a consecuencia del abuso”.
Todas las declaraciones
Este miércoles, una de las doctoras que atendió a Mia en el Hospital de Niños, Carolina Taffi, acreditó los dichos de los testimonios de la jornada del miércoles, en donde sostenían que la menor había llegado con varios hematomas en todo el cuerpo, algunos recientes y otros provocados en momentos previos al día dela internación.
"Yo hacia segunda residencia y rotaba en terapia intensiva. No me puedo olvidar del caso porque fue impactante. El cuerpo de la nena hablaba de todas las lesiones que tenía. Hemos visto mucha lesiones, hematomas, pero ella tenía todo junto. Después de internarla hicimos la denuncia a la policía porque estábamos seguros del maltrato infantil, hasta pensamos que no no iba a ir ningún familiar la hospital. Pero después llegó la madre y su pareja. Ellos dijeron que había estado comiendo, se atragantó, le hicieron respiración boca a boca y la llevaron al hospital", declaró Taffi ante el Tribunal.
Además, contó que tras hacerle el examen físico completo descubrieron que tenía un hematoma y una fisura anal. "Eso se produce cuando intentan introducir un objeto muy grande en el orificio anal. Suponemos que fue abuso sexual", sostuvo.
A su vez, remarcó que "había hematomas viejos, de meses. Todos ellos ocurrieron en distintos momentos. Vimos que el último hematoma habría sido el perianal, el cual tenía un color rojizo. Este caso lo recuerdo por lo semejante que fue y el impacto que me provocó".
Otro de los profesionales dela salud que declaró constató que la menor "tenía una lesión con región anal y hematomas alrededor del orificio anal. Hicimos tratamientos habituales para estos casos y sospechamos abuso y maltrato infantil". El hombre contó que "la nena tenía hematomas en sus miembros, torso, cabeza, una lesión en la cola y orificio del ano, una fisura y hematomas alrededor".
"Ellos dijeron que la nena se había ahogado y la encontraron como muerta en la cama y ahí la llevaron al hospital y antes le había hecho reanimación, pero esos hematomas no se condicen con una reanimación, sino que se producen por traumatismos", remarcó.
En tanto, uno de los testigos que estuvo en el allanamiento de la vivienda de 82 y Ruta 36 donde ocurrieron los hechos expresó: "Me acuerdo que era un descampado. Entramos a la casa y vi que había sangre en el tacho de basura. Cuando fuimos a la pieza matrimonial estaba la cama revuelta. En el lavarropas había ropa con sangre".
Otra testigo que declaró este miércoles fue Lorena Emilia Palomeque, esposa legal y separada de hecho del imputado, quien explicó que estaba en su casa cuando Argañaráz la llamó para que fuera a ayudarla con la niña. "Cuando llegué estaba en la cama y le sacaron comida de la boca. Después llegó la policía y se llevó a la nena al hospital", contó la mujer que tiene seis hijos con el imputado.
Por último, María Ester San Pedro, mamá del imputado, declaró: "Estuve con ellos en el momento que se ahogó la nena. Fui a verla y me dijeron que estaba descompuesta. Mi hijo le hizo reanimación".
Pero el abogado querellante pidió que se de lectura a la declaración que San Pedro había hecho en la Comisaría, la cual había dicho que la reanimación la había hecho ella, ya que había trabajado en un hospital y sabía cómo hacerlo. La mujer negó haber declarado eso ante la Policía el día del hecho.
En la jornada de este jueves sólo declaró un policía de la Comisaría Primera de Berisso que dijo no recordar nada sobre el hecho. Lo interesante de la jornada fue que la defensa de Cabrera solicitó incluir como testigo a una perito que le realizó un examen psicológico de parte en el año 2019. Aunque la querella se opuso a la petición, el tribunal dio lugar a la solicitud de la abogada oficial.