La médica Cecilia Jaschek, directora del Hospital Rossi de La Plata, dialogó con BerissoCiudad en Radio en el aire de Cadena Radial NOVA FM 88.5, actualizando la situación sanitaria y ahondando en el proyecto de acompañamiento paliativo a pacientes en el marco de la pandemia del coronavirus, entre otros temas.
“Esto está mucho más allá de lo que uno podía imaginar, el sistema de salud se pudo preparar por la cuarentena temprana mediante la cual se acható la curva. Los sistemas de salud nos pudimos preparar, equipar, se logró el recurso humano y ahora estamos en curva ascendente”, comenzó diciendo la profesional oriunda de Rojas.
Respecto a la situación sanitaria y la perspectiva, Jaschek indicó que “lo miramos preocupados, estamos en ascenso y no sabemos cuál es el pico. La ocupación viene creciendo en hospitales, el sistema en nuestro hospital no está saturado pero miramos preocupados las cifras. Los recursos son finos y lo mejor es cuidarse, quedarse en casa”.
En cuanto a los avances o retrocesos en el confinamiento, la directora manifestó qué hay que pensarlo con una mirada global, con las particularidades de cada sector y realidad.
En el inicio de la pandemia, la estructura sanitaria también debió prepararse tanto en la modificación de hábitos como en el plano humano.
“En el inicio hubo mucho temor y sobre todo incertidumbre. No había datos certeros y nos preparábamos para algo que no era tangible, sin certezas de cuándo o cómo. A medida que empezaron a llegar casos, hisopados, comenzó el proceso de capacitación”, apuntó Jaschek, subrayando que “si bien la ansiedad fue bajando continua cierta tensión porque se requiere entrenamiento y adaptación”.
Los cambios a raíz de esta pandemia modifican hábitos arraigados y en este apunto explicó: “somos seres sociales y Tenemos relaciones con el otro, esa relación se modificó”, de todos modos reconoció ciertas certezas que hoy dan mayor seguridad.
El Rossi como centro de testeo
“Ya con la gripe A se hacían las famosas PCR, es un laboratorio que tiene experiencia en manejar epidemia y es un equipo muy consolidado. Las PCR se hacen en un termociclador, el hospital tenía por comodato uno para 28 muestras y la provincia le compra al hospital un termociclador propio más moderno con mayor capacidad”, explicó al facultativa.
Asimismo, destacó que a raíz de esto “aumentamos nuestra capacidad”, habiéndose equipado el laboratorio, entre otras cosas.
Cuidados paliativos, lo humano y el protocolo
“El servicio de cuidados paliativos del Hospital Rossi tiene 19 años, con un recorrido muy interesante con un equipo muy consolidado”, describió la médica.
Surgió la atención en aquellos casos donde había internación domiciliaria con cuidados paliativo y surgían sospechas de COVID ese paciente era internado en un hospital y quedaba aislado.
“Con una situación previa de enfermedad avanzada con altas chances de que falleciera. Se empezó a pensar en un protocolo para el acompañamiento de pacientes con sospecha de COVID pudiera ser acompañado por un familiar”, informó la directora.
Lo protocolos deben ser seguros, sin exponer a quienes entren. Entre la mezcla de lo científico y lo humano se establece este trabajo.
“Tenemos que tener presente que la despedida es para el que se va y también para el que se queda. La provincia de Buenos Aires desde la Subsecretaría de Salud Mental recomienda a los hospitales pensar en el momento del fallecimiento por COVID”, expuso Jaschek, trascendiendo a cuidados paliativos.
El acompañamiento por un familiar, que ingresa a la habitación, se lo capacita para el uso del equipamiento y no puede deambular por el hospital “ingresa a la habitación y queda en la habitación”, con apoyo del servicio de enfermería.
“Una vez que el paciente sale de la habitación no puede reingresar, debe hacer 14 días de aislamiento y si puede ingresar otro paciente. Se permite el acompañamiento pero no las visitas, el ir y venir, y no debe ser factor de riesgo”, detalló.
Su padre médico, de los primeros en trabajar con plasma en epidemia
La doctora Cecilia Jaschek es hija del prestigioso médico Rodolfo Jaschek quien enfrentó como profesional la epidemia del mal de los rastrojos.
“Llega a Rojas con el mal de los rastrojos o fiebre hemorrágica. Cuando llegaron fueron de los primeros que trabajaron con el plasma”, indicó con todo su descreimiento inicial, pero reconoció que terminó siendo “la cura” logrando una caída muy importante de la letalidad.
“El 70 por ciento de los donantes de plasma hoy son mujeres. El rol del cuidado, el donar plasma es cuidar al otro, a raíz del padecimiento que tuve puedo ayudar al otro. En el rol del cuidado hacia el otro sigue estando mucho más la mujer”, sentenció.