¿Alguna vez no soñó con ser parte de una película de artes marciales o de formar parte de un grupo selecto de guerreros de esos que son incorruptibles que no mienten ni te haría mentir por él?
¿O quién no empezó una carrera dentro de las artes marciales y lo defraudó su maestro y descreído de todo dejó de entrenar en vez de buscar otro lugar de práctica?
Yo les voy a contar mi historia:
Me llamo Germán Peña, soy de Berisso y soy II Dan de Taekwon-Do. Mi carrera comenzó hace poco mas de 10 años en un gimnasio en La Plata bajo la instrucción de Diego Basal, por ese entonces II Dan.
Ya al año de práctica y con la graduación de punta verde sentí la necesidad de hacer esto mi medio de vida, por lo cual le dediqué un esfuerzo sin igual, competí en mi primer torneo y no me fue mal, quedé 2° en forma y 1° en lucha, luego el segundo torneo y el tercero y así quise dedicarme a la competencia la cual no duró mucho porque dejamos de competir sin saber por qué. Llego el día después de 4 años de entrenar duramente y con sacrificio el momento tan esperado rendía para I Dan el día 20 de febrero de 2004 mi mayor emoción al momento.
Comencé a dictar clases en un gimnasio en El Carmen y estaba decidido viendo yo en que concepto tenían al TKD a dar un cambio radical al arte lo cual me fue difícil pues no encontré apoyo suficiente en el que era mi profesor para esta altura IV Dan.
Esos dos años siguientes transcurrieron sin ningún sobresalto no competimos, no crecimos, en fin…
Llegó el 2007 y febrero me encontraba como II Dan y a cargo de mi escuela mi profesor dejaba la práctica y la enseñanza con la promesa de volver pronto, los días se hicieron meses, más precisamente siete meses, cuando me pone él en contacto con el Sabonim Aníbal Fernández IV dan de la Taekwon-Do Asociación Argentina; para esta fecha yo no tenía con quien entrenar por lo cual mi nivel había decaído notablemente subiendo de peso, pasando los 80 kilos.
Al conocerlo al Sabonim Fernández yo ya estaba descreído de todo me parecía que el Taekwon-Do que yo quería era una utopía que no existía, me sentía defraudado por mi antiguo profesor y realmente no esperaba más de Fernández.
Empezamos a trabajar un viernes de septiembre con él y las cosas no parecían demasiado distintas hasta que la primera charla surgió, me pedía lealtad y sinceridad a lo cual descreído de todo pensé que era uno más del resto.
Los días fueron pasando se hicieron meses y entrenamientos muy duros lo que me demostró el nivel en que estaba, ¡pésimo! comencé a decaer de ánimo y tras varios kilos de yerba y quizás litros de saliva de su parte con aliento pude comprobar que era una persona distinta, era un instructor diferente.
Vinieron después los primeros torneos la copa América y el nacional lo cual me sirvió de mucha experiencia pues no había competido antes como cinturón negro, y otro bajón mas de ánimo porque los resultados no venían a lo que la presencia del sabonim Fernández y su aliento transformaron mi bronca en deseo de entrenar más duro para ganar, sin descontar que mi manera de dictar clase era totalmente distinta con lo cual gané muchos alumnos y pasé de contar con 10 alumnos a más de 20.¡lo que soñaba para mí en el Taekwon-Do de a poco se estaba dando!
Y por fin vino un triunfo en un área poco probable formas, debido al nivel de la Asociación era casi imposible lograr presea alguna en formas pero el esfuerzo mío y los consejos de mi Sabonim rendían frutos ganaba una medalla en formas!
Luego vino el turno de la lucha cuando las preseas en forma se multiplicaban primero en lucha en Berisso, luego conocí Lincoln en un torneo muy lindo lo cual me llevó a seguir compartiendo más de lo mucho que me dejaba compartir a su lado el Sabonim Fernández.
Ahora viendo crecer mi escuela y pasado tan poco tiempo con tantos cambios y tanto por lograr aún siento que mi vida (el TKD) está encaminada.
Hoy siento que mis sueños se cristalizan de una manera inesperada viajamos con un grupo de danes hacia lugares que no conocía, comparto un Taekwon-Do que pensé que no existía y crezco día a día con un instructor, gracias a una persona que entrena con el grupo piensa con el grupo y conoce realmente lo que el grupo necesita! estoy entrenando con alguien que quiere lo que yo sueño, llevar al Taekwon-Do a lo más alto con convicción seriedad respeto sinceridad y por sobre todas las cosas TRANSPARENCIA Y CREDIBILIDAD.