Este lunes por la mañana, vecinas de barrio Nueva York hablaron sobre la problemática suscitada hace una semana, cuando un efectivo policial le propinó una golpiza a uno de sus hijastros, el cual afortunadamente fue asistido de inmediato.
Si bien el servicio local tomó intervención en el caso, las frentistas que fueron testigos del hecho relataron públicamente lo sucedido a fin de reclamar por la integridad de los menores que hoy se encontrarían al resguardo de su abuela materna.
Tras haber escuchado otros episodios similares, Alejandra comentó que el pasado miércoles llamó al 911 debido a los gritos del nene de 9 años “que pedía ayuda a su madre”. Minutos después, al arribar la policía al lugar, “entraron a la vivienda y revisaron al nene para constatar la golpiza que le propició su padrastro a cintazos, porque supuestamente estaba robando comida de la heladera”.
Para sumar a estas declaraciones, Vanesa, la testigo que fue convocada por los efectivos para ingresar al domicilio, expresó su asombro al ver la actitud de los chicos cuando se dieron cuenta que el flagelo había terminado. “Fue corriendo a buscar el otro cinto con el que cotidianamente lo golpeaba. Él y su hermana corrían por la casa y saltaban arriba de las camas con una mezcla de tensión y alegría por sentirse salvados”.
Producto de ello, cabe destacar, que el agresor fue demorado. Pero, lejos de quedarse tranquilos, los frentistas cuestionaron el resguardo ya que, aparentemente, “su abuela materna también los maltrataba”. Incluso señalaron que este domingo “la vieron a la madre ingresando en el domicilio de la abuela, cuando tiene prohibido estar en contacto con sus hijos hasta tanto la justicia no resuelva el grado de responsabilidad”.
Sobre el cierre de la nota, integrantes del servicio local informaron que, al día de la fecha, lo que se está priorizando es una revinculación entre el padre biológico y los niños, después de siete años.
De todas formas, los vecinos reafirmaron su compromiso, solicitando ser escuchados por la justicia, para “velar por la integridad de los chicos”.