El director Ejecutivo del Hospital Mario Larrain,  Héctor Baudino dialogó con FM Berisso Ciudad 88.5 donde realizó un repaso de la situación del nosocomio local. También se refirió a los últimos hechos de violencia que sufrió la guardia pediátrica.

”Estamos con bastante trabajo. Ha llegado más gente a atenderse en el ámbito público, aumentaron un 30 por ciento las consultas, como en los distintos sectores que realizan estudios en el hospital. Incluso se ve gente mutualizada y eso hizo que subiera la demanda de atención en todos los servicios”, dijo en referencia a la situación de crisis económica que viven varios sectores de la sociedad.

"La provincia por su parte asiste de forma permanente. Con respecto a aparatología nos entregaron una nueva torre para cirugía laparoscópica, está llegando un ecógrafo de última generación y estamos terminando una obra de lo que tiene que ver con el sector de camilleros, seguridad y limpieza. Además estamos encarando dos obras que son el arreglo de farmacia, trabajando en los consultorios de traumatología y en la parte de kinesiología que es un pequeño gimnasio en el edificio del Tetamanti”, detalló.    

En cuanto a la situación de violencia en la guardia de pediatría que derivó en el supuesto cierre provisorio de la misma hace semanas atrás, el médico expuso que “primero no se cerró la guardia. En segundo lugar si hubo un tema de violencia contra los médicos y las enfermeras del servicio. Lo que sucedió es que el sábado pasado, al comienzo de la guardia, uno de los médicos que tenía que venir a cubrir se enfermó y no pudo concurrir y no hubo posibilidad de reemplazo. Siempre tenemos dos pediatras de guardia, uno que se encarga de todo lo que es urgencia y otro que se encarga de los partos e internados”, explicó.

”Esto hizo que el pediatra que se presentó a la guardia cubriera todo. Lo que se cerró en ese momento fue la demanda espontánea que no reviste mayor urgencia. Hubo una situación de violencia en el cual nos rompieron los vidrios de la entrada de pediatría, de unos padres que se exacerbaron porque no había atención espontánea. Hicimos las denuncias correspondientes, pero no siempre el tema de educación es del lado de los pacientes a veces solemos ver que no hay una comunicación fluida y no se le hace ver al paciente lo que está pasando, esto genera situaciones de violencia. A veces no comunicamos las cosas como deberíamos y ahí ocurren los malos entendidos“, observó.