En el barrio de Villa Zula, precisamente en 41 y 171, un joven de 28 años ingresó en la casa de su expareja, después de que ella decidiera terminar la relación y quiso suicidarse al cortarse con un pedazo de vidrio.
Tras un llamado al 911, efectivos policiales se acercaron al domicilio y al llegar vieron al muchacho con heridas importantes en su cuerpo porque “no aceptaba la ruptura”, según contaron los agentes.
Antes de producirse las heridas, causó varios destrozos en la vivienda y despertó a la muchacha, quien se encontraba durmiendo.
El herido fue trasladado al Hospital Larraín, donde quedó detenido por “violación de domicilio, lesiones y daños en contexto de violencia de género”, por lo que se le abrió un expediente, pese a que la mujer no hizo la denuncia.