Autoridades y personal del Hogar de Ancianos de Berisso, celebraron la incorporación de un abuelo quien, desde hace años, vivía en situación de calle.
Luis Ángel Arrieta, nació en Saladillo en 1942 y arribó a nuestra ciudad a los 13 años junto a su madre y hermanos, los cuales se alojaron en una vivienda frente a la fábrica Militar, sobre la calle Río de Janeiro.
El frigorífico y la refinería YPF fueron dos de sus puestos laborales, gracias a los cuales obtuvo una jubilación.
Sin embargo, debido a cuestiones personales, Luis pasó de tener su casa a vivir en la calle, donde la esquina de la Municipalidad y el Hospital Larraín se convirtieron en su refugio.
Hoy, después de tres años de deambular, fue recibido en el Hogar de Ancianos de Berisso; gesto que agradeció profundamente halagando la contención de las enfermeras y directivos, sin olvidarse de la mano que le dieron los trabajadores del Hospital.
“Mantener el espíritu alto”, fue la frase con la que cerró la conversación, sentado en la cama de su nueva habitación.