En medio de un nuevo conflicto con el Sindicato de Trabajadores, las críticas de la oposición y la inestabilidad política y económica, el presidente del bloque del PJ-Frente de Todos en el Concejo Deliberante local, Gabriel Marotte, respondió sin mucha vuelta a lo señalado de la vereda de enfrente.
Comenzando por las críticas destinadas a la figura de Fabián Cagliardi, si es o no peronista, enfocó la vista a un actor determinado: "Cuando Pablo Swar me explique la contradicción de la doctrina peronista desde Cambiemos recién ahí que opine del intendente. Mientras tanto, Cagliardi no le tiene que rendir cuentas a nadie".
A diferencia de lo que piensan otros, consideró que tanto las declaraciones del edil como de quienes emiten chicanas "muy poco" para los vecinos de Berisso, porque "Fabián nunca renegó de su posición política y eso es algo que siempre le voy a reconocer porque a principio de 2016 cuando todos estaban buscando culpables por la derrota del kirchnerismo él salió a militar. Por eso, hay que ver quién y desde dónde crítica".
Lo de Swar, "son cuestiones de verborragia mediática y la verdad que nosotros no estamos para perder el tiempo con ningún caramelo mediático", analizó.
Contrario a ello y con dos espacios que fueron reactivados, tanto en el PJ como en el Frente de Todos, marcó que el lugar que se abre para las discusiones ayuda "a la crítica constructiva que es lo mejor que nos puede pasar a nosotros". Algo que se ve beneficiado por lo que sucede a nivel nacional "fonde se han dado muestras de madurez".
"Siempre hablo con Fabián de que el intendente es el nexo para trasladar las necesidades de Berisso, y todos coincidimos en que el Gobierno tiene que resolver los problemas de inflación y la economía", planteó, para luego dar cuenta que "cuando uno tiene gestión y está en las calles es todo más fácil. No somos una gestión de pico".
De todas formas, reconoció que hay un desencanto natural, ya que "no hemos resuelto el problema de la mesa de los argentinos".
Y nuevamente la contra: "Un gran componente social que no cree en la política. Cuando decimos gorila nos referimos a un sector de poder que tiene intereses propios que nada tiene que ver con la sociedad".
En cuanto a lo suscitado el pasado viernes, caracterizó a los cierres en Berisso como "una medida extorsiva llevada adelante por gente de Las Plata" e indicó que esto se podría haber resuelto con una mirada discutible mandando a la policía, o haciendo lo que hizo el intendente llamando a la reunión.
Por ende, lo que puso en tela de juicio fue "la forma y representatividad". Ante eso "tuvimos una actitud madura, coincidente con nuestra mirada. Eso nos llevó el enojo de vecinos y vecinas, pero no hubo una mirada al costado. Y cuando quedó en claro lo que querían y nosotros las herramientas para eso se resolvió", ponderó.
De la mano contraria, la reacción de "la oposición ante su incapacidad de propuesta hace caranchismo".
Lo cierto, asentó fue que "eso se revolvió en el mismo día, porque no estábamos disociados de los problemas de la gente. Podemos tardar en la solución pero permanentemente palpamos la realidad."
Por último, opinó sobre el conflicto con los trabajadores municipales; situación que "obligó al intendente a decretar la emergencia sanitaria".
Lo que hubo después fue "un problema sectorial en el marco de un acuerdo donde veníamos trabajando cuestiones más amplias. Un problema sectorial que no puede poder en vilo nuevamente a la ciudad. Además, esto no involucra a todos los trabajadores".
"A lo largo de nuestra gestión atravesamos distintos niveles de conflictos y hemos resuelto problemas mucho más graves. Pero lo que tiene que saber el vecino es que el intendente pondrá a disposición todo lo que esté a su alcance. Por eso, de lo que hemos resuelto esto es menor", concluyó el jefe de la bancada oficialista en el Concejo.