En comunicación telefónica con BerissoCiudad en Radio, el referente del PRO a nivel local, Gabriel Miraz, manifestó la necesidad del diálogo “con todos los sectores de Juntos, hasta el último momento, para defender la República ante un sistema autocrático y antidemocrático”.

“Voy a estar en donde el partido en su conjunto me lo pida”, comenzó diciendo, insistiendo en que “la prioridad es sentarse a charlar, para volvernos a juntar. Al día de hoy no voy a desestimar ninguna reunión de acuerdo y, si no llegáramos a eso, vamos a tener la entereza de aceptar a quien gane o pierda, porque no tenemos al enemigo dentro de Juntos por el Cambio”.

Con respecto al partido Fe explicó que “inmediatamente después que oficializó con ‘Todos’, que lo quiso plasmar en la alianza electoral, hubo una intervención. Por lo tanto, ese sector, junto a los republicanos van a estar acompañando a Juntos en Berisso”.

“En Juntos tenemos alianzas, algo que no se ve en otros lados”, remarcó, para luego advertir que “estamos a siete legisladores de ser Venezuela, entonces lo que tiene que haber acá son gestos de grandeza”.

En cuanto al trabajo territorial, describió: “Estuvimos charlando con actores vinculados a la industria, el comercio, pequeños y medianos productores, entre otros actores, sin prometer nada que no podamos cumplir”.

Por otro lado, anticipó que “si no gana la oposición nos llegará la famosa frase `’exprópiese’, porque el kirchnerismo es el peor autoritarismo de la República Argentina, con los más grandes delincuentes de la historia".

“No lo veo a (Roberto) Baradel preocuparse por los docentes, o al Gobierno preocupándose por los trabajadores de la salud o la seguridad”, argumentó, señalando que el fallo de la oposición en estos últimos años fue “no decir las cosas”; y lo mismo con los concejales locales “que podrían discutir más y no lo hacen”.

Sin embargo, reconoció que la actual gestión tiene un buen rol en la obra pública y logró el apoyo de Mario Secco; además, “uno tiene que ser solidario con un intendente que enfrenta una pandemia”.

Pero retomando la cuestión legislativa y el marco de las sesiones que se vienen desarrollando desde fines de 2019, Miraz se mostró contundente ante un posible lugar en el Concejo sin prestarse a los retos: “Sentarme en una banca a ver si la presidenta me grita como lo hizo con la oposición. Soy concejal y me van a respetar, y se terminó la historia”.

“Los concejales son representantes políticos del espacio que los puso, pero no se puede hacer lo que se quiere en el Concejo Deliberante, sino que tengo que responder a la conducción y a un frente”, aseveró.

“Y el Concejo tiene que dejar de ser una escribanía tanto para el intendente como para los miedos que la oposición tiene”, disparó, para finalmente dar cuenta que “estamos en un momento donde tenemos que ser generosos los unos con los otros, con esfuerzos de unidad”.