El vicepresidente del Consejo Escolar de Berisso, Omar Medina, hizo público el pedido vinculado a la vuelta a clases presenciales, e invitó a sus colegas y autoridades a trabajar de cara a una posible reapertura en el mes de marzo.
“La vuelta a clases presenciales no puede esperar más, lo exijo como padre y como funcionario de educación”, exclamó, convencido de planificar “el regreso de nuestros docentes y alumnos en febrero y, el comienzo de clases en marzo”.
“La curva de casos confirmados en la provincia de Buenos Aires es claramente descendente, y en lo respeta a Berisso ocurre exactamente lo mismo. Tal es así que en la segunda semana de octubre hubo 27.8 casos promedio, en la tercera 21.2 casos promedio, en la cuarta 19.8 casos promedio, y la primera semana de noviembre 11 casos promedio”, graficó.
Sumado a las estadísticas alentadoras, trajo a colación el anuncio del presidente Alberto Fernández y la compra de 25 millones de dosis de vacunas que “permitirá inmunizar a los grupos de riesgo”.
Y en lo que respeta a la educación, consignó que “docentes y auxiliares deben incluirse dentro de ese grupo para que sean los primeros en ser vacunados”.
Por ello, consideró que “con urgencia hay que planificar y concentrar nuestras energías para la apertura de clases presenciales en marzo, ya que la que educación no puede esperar más. Nuestros alumnos y sus familias nos lo demandan, sin descuidar el cómo evolucionan las estadísticas epidemiológicas”.
Por otro lado, brindó una serie de puntos necesarios a tener en cuenta: “el no volver a clases atenta contra la igualdad, la justicia social, y las oportunidades; en verano podemos tener ambientes más aireados y a nuestros alumnos al aire libre; las brechas educativas se van a ampliar; las clases virtuales, a pesar del esfuerzo de los docentes, muchos alumnos no pudieron avanzar en el aprendizaje”.
También mencionó “el acceso a la tecnología no es igual para todos; la transmisión de conocimiento no es óptima, puesto que hay muchos conceptos que necesitan de la explicación del docente, transformándose en un copiar y pegar; el programa ATR no va dar resultado (600 millones de pesos mensuales); los resultados de las pruebas de evaluación son preocupantes; hay altos porcentajes de deserción, abandono y no finalización en el nivel secundario; y hay un bajo porcentaje de ingresantes a la universidad que finalizan su carrera”.
En lo que respecta a razones sanitarias, mencionó “la pendiente negativa de la curva de contagios; el avance en los tratamientos y en una posible vacuna para el primer trimestre, o antes de fin de año”.
También sostuvo que “hay tiempo y recursos para dotar a las escuelas de las condiciones sanitarias acordes para el inicio; la evidencia internacional de bajo contagios de los alumnos (Alemania 0.042 %); una segunda ola de contagios en los países europeos donde, a pesar de todo, no se suspendieron las clases; y la utilización de la experiencia de CABA para la apertura progresiva de las escuelas”.
“La educación y el trabajo son los pilares fundamentales de toda sociedad, sin los cuales no hay progreso. La educación de nuestros niños y jóvenes debe ser prioritaria”, concluyó el funcionario, a la espera de una respuesta propicia.