Al igual que en otros puntos de la ciudad, la rotura de caños pasó a ser parte del paisaje habitual de nuestra ciudad y preocupa sobremanera a los vecinos que viven y circulan por estos lugares.
Tal es el caso de la avería ubicada en 166 y 12, la cual permanece en esas condiciones desde hace más de tres meses.
Las molestias generadas no son sólo por el agua que permanece en la vereda sino también por la baja presión que los frentistas reciben en su domicilio.
Luego de los insistentes reclamos, recién en la jornada del miércoles 27 la empresa prestataria del servicio de agua intervino rompiendo las baldosas y vallando el perímetro, complicando aún más la situación.
Según los frentistas, hasta el momento no recibieron más noticias de cómo se continuará con la obra y esperan una respuesta inmediata para terminar definitivamente con este contratiempo.