En diálogo con este medio, el arquitecto y exsecretario de Obras y Servicios Públicos de Berisso, Rubén Vicente, se refirió a la situación actual de la ciudad en cuanto a condiciones hidráulicas. Avances y retrocesos, riesgos, falta de mantenimiento y estancamiento de parte de las obras complementarias al Terraplén Costero fueron algunos de los ejes.
Durante la gestión de Enrique Slezcak se logró concretar el sueño de casi la totalidad de los berissenses, el Terraplén Costero con una obra de más de 400 millones de pesos.
Según Vicente, el Terraplén se entregó culminado, pero en carpeta quedaron tramos por continuar. Esa parte inclusive “licitada” de acuerdo a lo apuntado por el arquitecto.
“Lamentablemente esto no se encaminó y es nuestra responsabilidad decirlo ahora sino, esto va a caer sobre el próximo gobierno. Lo venimos viendo sobre todo estas últimas tres semanas que hubo bastantes lluvias, pero de intensidad normal para la época. Pero vemos que hubo cada vez más problemas”, comenzó relatando Vicente como primer diagnóstico.
En este marco, el exfuncionario denunció cuatro estaciones de bombeo “totalmente inhabilitadas” y detalló: “la 13, la 14, la 19, la 30 y la 32”.
Hace más de un año que estaría en estas condiciones y la causa es “el vandalismo”.
“En 2018 deciden dejar sin efecto el servicio de monitoreo y control, era un sistema previo a una sala de control que incluía el cuidado del lugar y el control de suba o bajada de agua. se decide dejar de lado esto y se produce un vandalismo en esas estaciones de bombeo”, apuntó.
Ante la consulta respecto al panorama con el que se encontró la actual gestión en 2015, Vicente aseguró que “estaba todo habilitado, faltaban algunas cuestiones básicas pero el funcionamiento del terraplén no estaba al 100 por ciento pero faltaba muy poquito, pero las obras luego dejaron de seguir el curso”.
La planificaron comprendía un proyecto hidráulico para la ciudad, considerado de política de Estado. “La ciudad es dinámica, crecen y aparecen nuevas cuestiones como inundaciones, crecimiento de barrios y esto en la particularidad de Berisso que es territorio bajo, sobre la Ribera, donde cae el agua de La Plata. Berisso es inundable pero hay soluciones como las que iniciamos con el Terraplén Costero”, dijo añadiendo que el drenaje en nuestra zona debe hacerse de forma mecánica.
De ocho kilómetros iniciales de Terraplén, pasaron a 14, hasta la 30 y 66, también se incorpora el canal de la Génova -desde 64 y 129- “esto tenía que estar coronado con una nueva etapa y nosotros lo licitamos en 2014 y estaban los recursos, que implicada la continuidad del Terraplén desde la 66 y 30 hasta la 130 todo pegado a la 66 con tres estaciones de bombeo. Esto se dejó de hacer y se cortó esto que era la defensa del casco urbano. El Terraplén tenía una primera etapa que era la protección de la sudestada y una segunda etapa que era ingresar a la ciudad con conductos que derivarán el agua a las estaciones de bombeo. Eso se paró”, precisó Vicente.
“El Terraplén no es una zanja que se llenó de pasto y vamos a denunciar que se llenó de pasto. Es una obra de gran envergadura provincial”, destacó el exfuncionario sosteniendo que además en cuento a mantenimiento hubo “un abandono total”.
“El tema más importante es el estado dañoso que se encuentra, hay bombas que no están, que están en el corralón, hay generadores que no están en estaciones de bombeo, el cableado y tableros destruidos, se han roto sellos, se robaron sistema de protección. Lo grave también es la falta de mantenimiento del canal de guarda”, describió como panorama, siendo el canal el que recibe el agua de la ciudad. “El canal no fue limpiado nunca y es una responsabilidad y una obligación”, puntualizó.
Finalmente, describió que el Watzernborn en 66 y 30 también fue apuntado como faltante de mantenimiento y limpieza, y como consecuencia de esto, se produce la inundación de zonas donde la problemática se había logrado controlar.