En diálogo con BerissoCiudad en Radio, el gerente de la Clínica Mosconi, Salvador Espósito, se refirió a la situación actual del centro de salud en el marco de la pandemia que atraviesa su etapa más crítica en nuestro país.
Tras haber celebrado con aplausos la recuperación de una trabajadora de la clínica y de vislumbrar las batallas de todos los días, el médico también tuvo lugar para la emoción.
“Entre tantas pálidas nos emociona mucho esto positivo, en el sistema de salud tenemos miedo. Es un bicho que se mete y hace estragos”, contextualizó.
La Clínica Mosconi desde sus inicios mediante el comité de crisis, los profesionales y cada integrante, elaboró procesos de capacitación e invirtió en bioseguridad.
“Como pudimos invertimos muchísimo dinero en prevención, en arcos sanitizantes y hubo más de 150 capacitaciones rápidas y sencillas”, enumeró.
En lo que va de la pandemia, el centro realizó más de 200 hisopados y hoy en total están internadas 16 personas por coronavirus, entre casos positivos y sospechosos a la espera de los resultados.
“Separamos las habitaciones para que no haya dos sospechosos en la misma habitación. Positivos tenemos seis pacientes en piso y tres en terapia”, detalló Espósito y recalcó que “el barbijo, el distanciamiento social y el lavado de manos es la única solución”.
Cabe indicar que UTI de la Clínica Mosconi está funcionando al 100 por ciento, dado que cuenta con seis camas en total y están ocupadas con tres positivos y tres sospechosos; mientras que las camas comunes ocupadas con seis positivos y cinco sospechosos, restando tres camas en sala común para internación en piso.
En gran parte, el centro asistencial depende de las obras sociales y la respuesta administrativa.
Ante este panorama, Salvador indicó que “para los hisopados no cobramos un centavo y colaboramos nosotros con los descartables. Cada hisopado lleva cuatro kits con un valor de alrededor de 1200 pesos y hacemos alrededor de seis hisopados por día. Es una forma de devolverle esto a la comunidad. Los hisopados no se abonan”.
Hay que agregar que los elementos los aporta el Ministerio de Salud y la clínica afronta el traslado más el material descartable.
IOMA y PAMI afortunadamente están pagando en tiempo y forma, de todos modos “se cayó bastante el trabajo”. U
“n profesional atendía 50 pacientes por día y hoy atiende cinco, está difícil la situación. Pero ya estar abiertos y seguir trabajando es una bendición de Dios”, graficó.
Hoy los médicos especialistas se han ido reincorporando, ahora con turnos cada media hora. Y sobre esto expuso que “hoy ya no pueden estar en el pasillo, inauguramos una pequeña cabina de cobro para que no se amontone gente en recepción. El trabajo de las mucamas es brillante, se desinfectan los baños cada 15 minutos, también nuestra morgue cuando hay que lamentar un óbito. Es una inversión integral en una situación que jamás hemos vivido”.
Para cerrar, Salvador Espósito no dejó de agradecer a cada trabajador y profesional que forma parte de la estructura de la Cooperativa.