En diciembre del 2015 en su primer discurso como intendente de Berisso, Jorge Nedela nos pidió a los vecinos de la ciudad “que nos pongamos la camiseta de Berisso”, en alusión a poder trabajar mancomunadamente con el objetivo de mejorarle la calidad de vida a la gente.
Eso hacemos como familia municipal en cada uno de los sectores en los que nos desempeñamos, dejando de lado los serios problemas edilicios o la falta de insumos en todas las dependencias, siempre nos hemos caracterizado por salir a “poner el pecho” por el bien de nuestra ciudad.
Sin embargo, hay algo en lo que no comulgamos y en lo que no vamos ni a formar parte, ni ser cómplices. Se trata de la mentira sistemática por parte del Ejecutivo que conduce Nedela hacia los trabajadores municipales, a esto le agregamos falsas acusaciones que el Intendente realizó en reiteradas oportunidades en cada uno de los conflictos salariales.
En la última semana nos vimos obligados a tomar una medida de fuerza frente al ofrecimiento que realizó la gestión como parte del ajuste paritario. Es de público conocimiento que la inflación superó el 40 %, poniendo en detrimento el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Esto nos llevó a presentar el día 12 de septiembre una nota por mesa de entradas para solicitarle al Intendente Nedela una reunión en carácter de urgente con el fin de reabrir la paritaria, tal como lo estableció el acta acuerdo que se firmó en abril. La respuesta del Ejecutivo llegó un mes más tarde, siendo los primeros días de octubre cuando se llevó a cabo la primera reunión y donde rechazaron el pedido que realizamos de incrementar los salarios un 25 %.
Luego, cuando la respuesta del Ejecutivo iba a ser en menos de una semana, lo dilataron casi un mes más ya que en la primera semana de noviembre donde demostramos una vez más la voluntad de diálogo y consenso acercando una nueva propuesta el día 6 que también fue rechazada.
En esa instancia, el Secretario de Economía nos ofreció verbalmente un 10 % que cuando se plasmó en el papel, no era el mismo que se había dicho durante la reunión. El aumento que propusieron sufría descuento dejando para los trabajadores un 6.86 % a dividir en los meses de enero y febrero del año que viene.
A esto le tenemos que sumar las desafortunadas declaraciones del Intendente Nedela que ante la delicada situación que atraviesa la Municipalidad, tuvo 4 horas de la mañana del jueves para “pasearse” por los medios de comunicación con el único objetivo de mentir y desprestigiar a los trabajadores.
El señor Intendente miente cuando dice que realizamos un paro, cuando nuestra medida de fuerza significó una retención de tareas en el lugar de trabajo. También falta a la verdad cuando sostiene que se convocó a la reapertura de paritarias la semana pasada cuando presentamos una nota por mesa de entradas con fecha del 12 de septiembre.
El señor Intendente miente cuando afirma que tenemos una intención “política” para favorecer a un candidato en las próximas elecciones. Nuestro único interés es el bienestar de la familia municipal y la militancia tanto de la Comisión Directiva como la del Cuerpo de Delegados es netamente gremial. Además, si se pusieran de lado de los municipales y hubieran ofrecido un aumento acorde a la inflación, no se hubiera realizado la retención de tareas. Por eso sostenemos que no es política nuestra decisión.
Para nosotros no es gratificante tomar medidas de fuerza que afecte el normal funcionamiento de la Municipalidad, no está en nuestra filosofía de vida poner en el lugar de “rehenes” a los vecinos de nuestra querida ciudad, como el Intendente quiere instalar en los medios de comunicación.
A esta altura ya no nos sorprendemos más, no podemos concebir que esto es parte de una distracción sino de una estrategia para dilatar cada día más lo que nuestra familia necesita que no es nada más ni nada menos que un salario digno. Por eso le pedimos al Señor Intendente: ¡Póngase la camiseta de los trabajadores!.