Oscar, vecino de Berisso, realizó una denuncia por la usurpación de un terreno de su propiedad, ubicado en 168 y 42.
En concreto, explicó que el terreno de dos parcelas fue adquirido por su papá en 1998. “Trabajaba en ese tiempo en la Municipalidad en la parte remonta, que era la gente que capturaba a los animales que andaban sueltos en la vía pública”, precisó.
Por lo cual, “tenía la necesidad de tener unos caballos en un lugar cerrado, entonces compró el terreno” para que los equinos quedaran en ese lugar. Además, afirmó que tiene en su poder el “boleto de compraventa hecho por escribano”.
En la cronología de los hechos narró que todo empezó en el mes de agosto, cuando le cortaron el alambrado, por lo que se escapaban los caballos. Unos meses después, en diciembre, se encontró con que empezaron a tirarle “tierra y escombro”.
Por ello, decidió ir a hablar con el delegado de la Zona 2, Gustavo Ruiz, quien le dice que estaban acopiando cosas ahí porque Fabián Cagliari lo autorizó, ya que supuestamente “esos terrenos son de la Municipalidad”.
“Pusieron un contenedor y estaban acopiando material de construcción; arena, piedra, cemento, me estaban sacando el alambrado perimetral que tenía yo y ellos estaban poniendo un tejido de dos metros con portón”, anexó, para luego revelar que se acercó para decirles que no pongan nada porque eso es su propiedad.
También confirmó que se acercó a la Subsecretaría de Tierra y Hábitat para hablar con algún funcionario y, según puntualizó, dialogó con Adrián Risculese, director social de Hábitat y Demanda, a quien acusó de haber perpetrado maltrato verbal.
Del mismo modo, presentó toda la documentación pertinente y le respondieron que “desde el 2000 fue municipalizado y que le correspondía a ellos” por lo que el vecino “no tenía ningún derecho solo el inmueble”.
“Tengo un nene discapacitado y si le agarra una crisis hace equitación. No pueden prohibir que entre a mi terreno”, prosiguió, para luego disparar: “se me instalaron acá los primeros días de enero con el container, me sacaron el perimetral que yo tenía que era un alambrado para tener los caballos”.
También mencionó que la denuncia que radicó en agosto “nunca entró en ningún lado, un papel firmado por la comisaría” y ahora se encuentra con abogado ya que en la seccional le “tomaban el pelo”.
“Me puse en un gasto innecesario para lograr que esto vaya para adelante porque si no, me llevan puesto”, graficó.
Finalmente, reconoció: “yo siempre quise hablar para evitar el abogado porque eso es un gasto desde mi punto de vista. Es recontra innecesario, siempre intenté hablar. Me encantaría que el Ejecutivo entienda que lo que compró mi papá es de mi papá y consecuente mío”.