Vecinos Autoconvocados Humedal Urbano Génova dieron a conocer los resultados “más que favorables” de las pericias hechas a los árboles de nuestra ciudad, abriendo un capítulo de “la lucha por un bien común”.
Al respecto, recordaron que -semanas atrás- se hizo pública una nota escrita por el naturalista Julio Ariel Milat, titulada “Un Plan que urge desempolvar- La oportunidad de recordar para enderezar el futuro”, en donde expresa: “El Plan Regulador del Partido de Berisso es del año 1961. Sesenta años después, ofrece claves diáfanas de lo que debería ser una ciudad proyectada y en armonía con el entorno natural y la salud de sus habitantes”.
En dicho plan, comentaron, “lo que está escrito nunca fue ejecutado y hoy las consecuencias las estamos pagando cada uno de nosotros. Algo que también atentó contra el arbolado urbano, por ende, a la salud pública y a la calidad de vida de los berissenses”.
Tras la última plantación de árboles en los frentes de las viviendas, impulsado por el Estado hace setenta años, “nunca se realizó ninguna ejecución de ningún plan estatal que incluya plantación y mantenimiento, educación y concientización al vecino sobre la importancia del arbolado, preservación y tratamiento fitosanitario de las preexistencias, profesionales y personal idóneos en el seguimiento y vigilancia de las acciones de los vecinos en relación a este bien común”.
Problema que “se agrava aún más cuando es la propia gestión municipal la que se le ocurre salir a podar los árboles, encalarlos o barrer y embolsar las hojas secas, sea por medio de sus trabajadores o tercerizando la tarea con distintas cooperativas de dudosa organización, sin contar con ningún plan de arbolado público ni tampoco con profesiones idóneos y personal capacitado violando la Ley Provincial de Arbolado Público 12.276”, señalaron.
De esta manera e intentando revertir lo que comenzó a principios de 2020, los vecinos se presentaron ante la justicia, mediante la cual se solicitó una pericia, a cargo de la perito oficial de la Suprema Corte Ingeniero Agrónomo, María de Lourdes Fernández.
El mismo expresó: “En los casos de poda fuerte, poda corta o de mutilación, sí se produce daño; en caso que se pode correctamente, no produce daño, siendo una práctica que bien manejada es útil para la formación de la copa del árbol”; pero “se observó la poda de tilos, casuarinas, fresnos, álamos, la mayoría árboles añejos”- “poda de dos ejemplares de tilo, y construida la cazuela con cemento, situación que no es recomendable para su normal crecimiento”.
“Se observaron plantas de casuarinas de más de 30 años, podadas en la parte de abajo, seguramente para que quede más despejada la visual, no siendo plantas que se recomiende su poda, como también se observó la misma situación en Álamos en el costado del canal Génova”, prosiguió, dando un sin fin de detalles del por qué se le da la razón al pedido.
“Hasta tanto tal instrumento de gestión a cargo de personal capacitado no exista, nos oponemos a cualquier pretensión de extracción (o de intervención) de ejemplares de toda índole”, culminaron.