Dedos en V

Violencia de Género: la ausencia del área de la Mujer y Derecho Humano

Las funcionarias se destacan por la selfis con los deditos en V.
Las funcionarias se destacan por la selfis con los deditos en V.

Los casos de violencia de género mantienen en alerta a la sociedad y en buena hora se ha puesto el tema de relieve, con el fin de erradicar estas conductas que someten a las mujeres a la humillación, dolor y muerte. 

La llegada de Milei a la presidencia tuvo como una de las principales medidas, la eliminación del Ministerio de la Mujeres a nivel nacional desde donde se impulsaban las diferentes políticas para abordar la problemática. 

Por su parte el gobernador Axel Kicillof resistió y mantiene firme el ministerio en el territorio bonaerense, y a pesar de la crisis económica que padece su gobierno, entendió que es una lucha que no se debe abandonar. 

La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de la provincia Estela Díaz, visitó la ciudad de Berisso innumerable cantidad de veces, demostrando estar al pie del cañón. El propio jefe comunal Fabián Cagliardi decidió entregar lugares de poder a mujeres, como se sabe la presidencia del Honorable Concejo Deliberante con la Dra. Aldana Iovanovich, la secretaría de Desarrollo Social liderada por la Lic. Victoria Curutchet, y la Secretaría de Producción con Cecilia París, son algunos ejemplos. 

En tanto, al frente del área de género desde su primera gestión sostiene a la Lic. Marina Peñalba, mientras que en Derechos Humanos nombró a la sindicalista Mara González. Todas ellas con un discurso de defensa al género, que hasta el momento no se ha reflejado en hechos quedando en actos y fotos para las redes que nada tienen que ver con la realidad. 

El silencio: ¿es cómplice?

Algunos casos han tomado estado público, como fue el episodio vivido por la trabajadora municipal Cecilia Armendi quien padeció golpes de puño y hasta un cabezazo por parte de un profesional médico de nuestra ciudad, el Doctor Assad, que en estado de ebriedad se resistió a realizarse el test de alcoholemia. 

El escándalo tomó estado público teniendo resonancia en los medios nacionales donde la misma Cecilia aseguró “Yo tengo mi pareja, mi hijo, mis nietos, mis hijas, hermanos y la contención la tengo ahí con ellos. Todos mis compañeros de trabajo, mis pares me apoyan y me acompañan, mi jefe también”

Pero fue firme al medio nacional diciendo “ pero del ejecutivo no me llamó nadie, ni de la Secretaría de la Mujer, ni las concejalas, nadie” contaba sin poder entender, el porqué ninguna de las funcionarias se dignó a llamar y ponerse a disposición. 

¿Cuántas Cecilias hay en nuestra ciudad?

El gran interrogante surge de las propias palabras de la trabajadora: la dejaron sola a pesar de la expansión pública que tomó su caso. Ahora bien, qué ocurre con aquellas mujeres que padecen a diario siendo víctimas de casos de violencia. Qué esperanza queda para ellas en este contexto. 

Lo digo pero no lo hago, solo me saco la selfies

El choque entre relato y realidad se dan de frente y ya no resiste explicación. Las redes sociales son una herramienta de difusión, las selfies una moda impuesta, los carteles, las consignas, los discursos, el lenguaje, los pañuelos ...que si no se dan a la par con acciones concretas, se diluye de inmediato. De qué sirve tenerlas, si cuando pasan las cosas no salen a decir ni “a”ni “e” ni “x”. Todo es válido menos el silencio.

Está claro que en nuestra ciudad el área de Mujer y Género a cargo de Marina Peñalba y el área Derechos Humanos, Mara González está bastante ausente en el acompañamiento a la mujeres violentadas, ambas dedicadas a la fotos pero sin un trabajo sobre  la temática.

Solo tenemos que decir que en la Argentina tenemos un femicidios cada 37 hs, en nuestra ciudad en lo que va el mes  se dan con muchas frecuencias las denuncia de violencia de género y otras tanto que no se denuncia, que esperan estas funcionaria ser estadística en la ciudad, deben ser las primera en tener posiciones antes los caso de público conocimiento.

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