Walter, vecino de Manzana 4 N° 33 de Barrio Solidaridad, abrió las puertas de su vivienda para asistir a los que más necesitan, pero a las falencias del lugar se sumó la cuarentena y conseguir alimentos y abrigo cuesta aún más.
Walter inició su colaboración en el Club Zona Nacional de calle Nueva York, pero al ver que se acercaba mucha gente del Barrio Solidaridad decidió tomar la posta y se trasladó a su casa, para ofrecer un punto de referencia donde las familias asisten los lunes y miércoles.
Quienes lo asisten son Beto Rodríguez y Leonel Benítez y algunos vecinos, sobre todo para conseguir los alimentos, porque de 80 personas que concurrían al principio se pasó a entregar un total de 150 viandas por cada jornada.
Además, los martes y sábados realiza meriendas con la ayuda de Maru, “una vecina que junta cosas a través de las redes y se preocupa mucho por los chicos”.
“Lo que más cuesta es conseguir son verduras y carnes, algo que muchas tengo que comprar con plata de mí bolsillo”, comentó, dejando en claro que piensa seguir la actividad “porque hay muchos nenes en el barrio y verlos que se van contentos por lo que hacemos me da más fuerza para seguir”.
De todas formas, recalcó que sería primordial contar con donaciones, “con lo más mínimo, porque a veces me siento solo”.
Por ello, quienes quieran colaborar lo pueden hacer a través del 221 318-1986.
Además de alimentos, se recibe ropa, abrigos, frazadas, juguetes y todo lo que sirva para repartir a los chicos.