En las últimas horas fue de público conocimiento el repudiable proceder del establecimiento educativo Hermanas Hijas de la Caridad Canossiana con sede en Los Hornos, para con la docente de nivel inicial Micaela Salvatore.
Es que luego de varios meses de una intensa lucha tras recibir un disparo en un intento de asalto, Micaela se reincorporó a su puesto de trabajo en el tradicional instituto, tras recibir además innumerables muestras de apoyo de la comunidad berissense que en su totalidad se conmovió y se solidarizó.
El día lunes 19 de diciembre, el mismo día de su tan ansiada reincorporación, la docente se presentó y mientras se disponía a cumplir con sus funciones le notificaron que la institución había decidido apartarla de sus cargos.
En concreto: la despidieron sin previo aviso, sin justificativo, dejándola sin aportes y sin obra social, quebrantando no solo aquellos puntos de carácter legal, sino también lo que respecta a la condición humana, moral y ética propia de un organismo religioso que levanta la bandera de la misericordia. A partir de acá mucha tela para cortar…
BerissoCIudad en Radio se comunicó con Eugenia Vosilaitis, referente del sindicato SADOP quien acompaña en su lucha a la docente. La misma, tomando como puntapié el caso de Salvatore, se refirió a las condiciones de los docentes en general de los establecimientos educativos de gestión privada.
“Es necesario aclarar la situación de los docentes de gestión privada en general porque muchas veces se presta un poco a confusión. Nosotros somos docentes de educación pública de gestión privada, donde tenemos un empleador privado que más allá de la legislación vigente como la Ley de Educación Nacional o la Ley Provincial de Educación y tener equiparados el régimen de licencia, en muchas cuestiones nos regimos por ley de contrato de trabajo”, comenzó explicando la referente de SADOP.
En el caso particular de Micaela, la referente sindical indicó que “los empleadores, en este caso Las Hermanas Hijas de la Caridad Canossiana que tienen sede en Los Hornos, decidieron despedirla incausadamente a partir de esta semana. Convengamos que Micaela vuelve al colegio la semana pasada. Ella antes del hecho lamentable que tuvo que vivenciar hace seis meses se le ofrece un cargo de preceptora en nivel inicial, para esto ella tenía un cargo de maestra en licencia sin goce de haberes para poder trabajar en el cargo de preceptora. Como sucedieron estos hechos ella no pudo hacerse cargo de las dos funciones, en su proceso de recuperación se sostiene esto de los dos cargos, nosotros tratamos de corroborar que fueran los dos titulares, que no hubiese superposición porque uno era a la mañana y otro a la tarde, podría haberlos ejercido tranquilamente”.
Asimismo, recalcó que “la posición de la escuela de decir que quizás los dos cargos no los podes ejercer Micaela plantea su derecho a tener trabajo, no quiere dejar sus dos cargos porque es su derecho poder trabajar y no hay legislación que diga que ella no puede tener dos cargos en el mismo establecimiento, el resultado fue directamente este despido incausado en los dos cargos a una semana de su reincorporación al colegio”.
En cuanto a lo habitual de estos sucesos con los trabajadores que ejercen en establecimientos de gestión privada, la entrevistada sostuvo que “nosotros tenemos una realidad en la que más allá de que muchos empleadores sostengan que las escuelas privadas no son empresas, porque supuestamente no tienen fines de lucro, pero en lo que es la relación con el trabajadores es exactamente como una empresa su funcionamiento. Nosotros decimos que somos docentes privados pero privados de nuestros derechos. En todo momento, siempre, reclamamos mayor control por parte de la Dipregep”.
Retomando el caso de Micaela Salvatore, la referente de SADOP afirmó que “se entremezcla con lo humano. Es una mezcla porque más allá de lo laboral y que ellos consideren con el derecho de ejercer su derecho de empleador, se entremezcla lo humano. Hemos tenido una reunión con los empleadores y hemos tratado de revertir la situación, el planteo fue que si consideran que no puede tener los dos cargos, por lo menos uno. Pero la decisión estaba tomada y no hubo manera de volverlo atrás porque supuestamente había un vínculo que no podían reconstruir”.
En alusión al proceder del sindicato para con el caso de Salvatore, Vosilaitis manifestó que “el día que tuvimos la reunión fuimos e hicimos una panfleteada en la zona. Pero va a ser un hecho constante el tema de acompañar no solo a Micaela sino a varios docentes porque a esta altura del año parece ser una costumbre de nuestros empleadores despedir a los trabajadores. Lo peor es que tenemos el caso de Micaela, docentes con hijos enfermos que faltaron habiendo un régimen que los reconoce pero como no les es redituable las apartan de los cargos y las despiden a esta altura del año. Es complejo”.
Del mismo modo, destacó la particularidad del caso de Micaela, una joven docente que con su historia, su fortaleza y su lucha por la vida llegó a conmover a toda la región, a toda la región menos a sus empleadores.
En este sentido, frente al proceder de la institución, la entrevistada se mostró incrédula: “aún no tengo respuestas. Nosotros lo hablábamos en la reunión porque si ellas plantean el vínculo humano, si estaba dañado por qué no hacer lo contrario y reconstruirlo, si el planteo de Micaela era tener los dos cargos y trabajarlos, a la tarde como preceptora y a la mañana como maestra. Pero no plantearon como opción, como Micaela no quiso renunciar a su derecho de trabajar tomaron esta decisión. Lo humano queda a criterio de lo personal, yo prefiero mantener reserva de lo que pienso desde lo humano, pero esto genera disconformidad, desencanto. Sobre todo cuando encontrás carteles en la puerta que hablan de misericordia, se generan estas contradicciones”.
Para concluir, Vosilaitis destacó “la fortaleza, la generosidad de Micaela, porque en todo momento ella planteó ‘aunque yo no vuelva quiero que mis compañeras sepan que esto les tiene que servir para defender lo que les corresponde’. Esto no siempre se ve, además del acompañamiento de sus compañeras que es importante porque muchas veces en gestión privada la primera reacción de las compañeras es ´que no me pase a mí´ y no sumarse a quien sufre el despido”.
Cabe subrayar que los pasos a seguir comprenden distintas instancias legales: “hoy tenemos que acompañarla porque todavía tenemos que retirar en mano el acta que se realizó por escribano público. Porque el despido también fue notificado de esa manera, no a través del correo. En base a eso con la documentación en mano veremos cómo seguiremos trabajando”.
Desde este medio nos solidarizamos y acompañamos a la docente Micaela Salvatore y repudiamos el accionar de la institución que reza la misericordia pero que lejos está de tomarla como propia de su proceder.