Luego de semanas con una tormentosa suba del dólar, el nuevo desafío que prepara el Gobierno es cómo sobrellevar el segundo semestre, evitando que la situación económica y social empeore aún más.
Mientras lo piensan, este lunes se convocó a una paralización total de actividades con gremios de todas las vertientes y un sector de la izquierda que planea piquetes en distintos puntos del país.
PARO NACIONAL#Camioneros el 25 de Junio decimos basta de ajuste #NoAlTarifazo #BastaDeDespidos #NoALaReformaLaboral no al acuerdo con el #FMI pic.twitter.com/rjqtarGPk5
— infocamioneros (@cgt_camioneros) 22 de junio de 2018
El principal motivo de la medida de fuerza es exigir la reapertura de paritarias, donde el 25 % de aumento que firmó Camioneros ya sería visto como el mínimo, incluso se espera que aparezcan también algunos dirigentes que en marzo y sin chistar firmaron el 15 %, y a quienes les faltó lo que le sobra a Hugo Moyano y a los docentes. Está claro que ni el Mundial favorece al presidente Mauricio Macri, ya que así como el país, la Selección nacional de fútbol depende de todos, menos de sí misma.
Nedela devolveme el adelanto
Mientras tanto en nuestra ciudad, la administración de Jorge Nedela espera lo que en principio muchos pensaron que sería “un guiño” de la gobernadora María Eugenia Vidal, la ansiada bocanada de oxígeno, que no es más que un adelanto de la Coparticipación que a partir del próximo mes deberán comenzar a devolver. El líder del PRO fue contundente: “la provincia nos tiene que ayudar”, declaró Alberto Amiel. Aún no tiene respuesta.
En tanto las amenazas de bomba no dejan de estar a la orden del día, y se espera que la Justicia continúe con allanamientos que permitan dar con los autores de los llamados intimidatorios. El malestar es general y el secretario de Seguridad municipal, Hugo Dagorret, gestiona en paralelo una fiscalía descentralizada en nuestra ciudad para tener mayor injerencia y acortar los tiempos de actuación.
¡Feliz aAniversario a la mejor!
Este domingo nuestra ciudad cumple 147 años y los actos alusivos fueron acordes a la crítica situación económica que atraviesa Berisso. Nada de festejos, sino que todo quedó reducido a la formalidad con el izamiento del Pabellón nacional y la celebración de la Santa Misa en Acción de Gracias por el aniversario de la fundación. Escueto, muy escueto.
Por su parte, el jefe comunal ensenadense Mario Secco emitió un saludo que generó críticas de unos y de otros, al desear que el crecimiento sea idéntico al de su ciudad.
Otros no podrán estar ya que se encuentran en Rusia viviendo el Mundial a pleno, en clara evidencia que la crisis social de las que muchos hablan, no los ha afectado y más allá del dólar el paseo para ellos hoy es placer.
En la ciudad queda su gente, aquellos que la hicieron grande, que marcaron su historia, con la certeza que no será salvada ni por empresarios, ni por la dirigencia política o gremial cómplice, es la propia historia la que indica que serán otra vez los trabajadores, la gente de bien la que demostrará que el Berisso deseado, sí es posible.