Este viernes por la mañana, BerissoCiudad visitó el Consejo Municipal para Personas con Discapacidad y dialogó con su actual coordinador, Cristian Mena, para saber cómo se vienen desarrollando las actividades vinculadas al área y los recursos que se pusieron a disposición con la finalidad de brindar un mejor servicio a la comunidad.
Para dar un pantallazo general, Mena describió que los trabajos que se realizan en el Consejo en principio se basan en el asesoramiento a familiares o personas con discapacidad, ya sea para tramitar pensiones, certificados, servicios de traslados para rehabilitación, equinoterapia y talleres inclusivos para incorporar a voluntarios que estén interesados en colaborar.
En relación a la colonia de vacaciones que funciona en el Camping Municipal de Los Talas, señaló que ellos tienen un cupo de 20 colonos por contingente, a los cuales se los pasa a buscar por sus domicilios y una vez en el lugar los dividen por grupos para que desarrollen tareas acordes a sus tiempos y necesidades.
En este caso puntual, comentó que este año se utilizó una silla anfibia que fue donada por el Centro de Formación Profesional 402, que es utilizada por una nena de 8 años con una discapacidad motriz, “algo que nos llena el alma porque junto a los profesores vemos cómo responden en función al incentivo que le damos, acompañados además por la gente de la Dirección de Deportes que nos da una mano inmensa”.
Con el sentimiento a flor de piel, Mena expresó que “la labor que se realiza desde este área es una experiencia hermosa. Nosotros intentamos enseñarles pautas cotidianas para que luego las puedan llevar a cabo en sus casas y por suerte ellos nos siguen. Esto es hermoso, y ver cómo lo disfrutan es gratificante porque notamos que se sienten incluidos”.
Para desterrar el viejo mito de una sociedad egoísta, recalcó que actualmente reciben la colaboración de personas que lo hacen sin “pedir nada a cambio”, como lo es el caso de Miguel Aguilar, un jubilado del Taller Naval que en sus ratos libres junta sillas y andadores que los repara y los dona en el Consejo; o el de un anónimo a quien se le dio como comodato una silla de rueda y en forma de agradecimiento juntó shorts de baño para los niños de la colonia.
“Es gente humilde, por eso hago hincapié en que hay casos en donde muchas veces no se requiere de dinero, pero sí de la necesidad de agradecer y llevar una buena acción”, concluyó emocionado.