La licenciada en Comunicación Social, oriunda de Berisso y residente en Buzios, Ana Laura Dagorret, dio detalles de los días en el vecino país, el más azotado del América del Sur por la pandemia del coronavirus.
Brasil se convirtió en el estado sudamericano con más contagios de COVID-19, estando en el segundo lugar a nivel mundial. Cuenta con una gran cantidad de residentes argentinos, inclusive muchos de nuestra región y hoy tiene todas las miradas puestas en su línea de acción.
El sistema de salud, decisiones políticas federales y de cada región, la mirada del mundo sobre Brasil y la opinión pública interna, el turismo y el día a día, fueron algunos de los ejes abordados.
“Acá entienden que todo esto es una situación exagerada, de hecho el presidente catalogó esto como una gripecita. Pero hubo un sector muy amplio de la clase política que entendió lo que estaba pasando y empezó a adoptar un discurso de recomendaciones de cuidado y aislamiento”, comenzó exponiendo la periodista, remarcando que “se tomó mucho de ejemplo a la Argentina” y amparándose en los discursos científicos.
En cuanto a la mirada que el mundo tiene de Brasil, Dagorret precisó ante BerissoCiudad que “teniendo en cuenta la cantidad de contagios y la actitud que se tomó, Brasil hoy es un país aislado”, apuntando a la imagen de su presidente Jair Bolsonaro con un discurso “negacionista” y sustanciándolo de aquellos gobernadores que bregan por el Bienestar social.
En la región de residencia de Ana Laura, sólo funcionaban los comercios esenciales como ser farmacias, supermercados y “como dejó de haber turismo, muchos negocios tuvieron que bajar sus precios. Acá en Buzios tenemos dos supermercados y si bien no subieron precios de forma desmedida uno ve que eso que antes estaba 4 ahora está 6, el aumento es progresivo y lógicamente hay reclamos”, remarcando que la mayor parte de la población de la zona está sin actividad laboral.
Ahondando en el sistema de salud, Dagorret indicó un “colapso” además de exponer una crítica sobre la información que circula y necesidad de prestar atención a las estadísticas que se presentan como oficiales.
“No hay capacidad, no hay estructura y no hay profesionales para atender tanta demanda”, sentenció.
Desde el plano de lo personal y como berissense, Ana expresó que “es por momentos un poco angustiante, estar lejos es difícil y más en una situación como esta. Pero yo puntualmente la voy sobrellevando. Mi grupo de amigos acá está muy consciente de que no nos podemos exponer, porque estamos frente a una enfermedad desconocida y porque si nos enfermamos no tenemos un sistema de salud que nos va a dejar tranquilos”.