La comunidad educativa autoconvocada de la ciudad de Berisso emitió  un comunicado a través de las redes sociales en función de los hechos acontecidos durante la última movilización contra las amenazas de bomba.

El mismo hace referencia a la marcha realizada el pasado miércoles 12 de septiembre, escenario en el cual se generó una manifestación frente a las instalaciones de la Sociedad de Bomberos Voluntarios, cuando a los concentrados les indicaron que el jefe comunal Jorge Nedela se encontraba en dicha institución.

Padres, alumnos, docentes y autoridades presentes se encontraron en una situación de incertidumbre, molestia y angustia ante la negativa de la presencia del Intendente.

Luego el concejal y hermano del máximo mandatario local, Leandro Nedela, dio a conocer el mal momento vivido junto a su familia en su domicilio, ya que vive frente a Bomberos, institución a la que pertenece.

El edil Nedela relató una serie de infortunios vividos mediante intimidaciones (rayaduras en su vehículo, golpes en puertas y ventanas de su casa, pegatina de papeles) y los padres autoconvocados se expresaron al respecto mediante el siguiente comunicado:

La comunidad educativa de Berisso, quiere comunicar; que repudia los hechos de violencia que afirma haber sufrido el concejal Leandro Nedela en su domicilio.

Y quiere aclarar:

Que nosotros no tuvimos absolutamente nada que ver ante los supuestos disturbios ocasionados en el domicilio del concejal.

Que no avalamos ningun tipo de violencia, ya sea hacia personas o instituciones de la ciudad de Berisso.

Que la consigna principal de este grupo es manifestar, convocar, informar y proponer; medidas y soluciones ante las reiteradas amenazas que sufren las instituciones educativas; pero siempre en paz.

Que de ninguna manera nuestros intereses, se relacionan de modo alguno con los intereses de la política partidaria ni nos dejamos influenciar, ni manipular por quienes si los tengan.

Que nos unimos bajo un solo fín, y es terminar de una buena vez por todas; con las intimidaciones que sufren desde hace casi cinco meses los niños y adolescentes de nuestras escuelas, y los están privando de su derecho más básico que es la educación.