Orgullo para la ciudad

Los 46 años de Saladero Fútbol Club

Querido tricolor.
Querido tricolor.

Un 9 de julio del año 1972, a instancias de Juan Buszczak junto a un grupo de padres y jugadores, nacía oficialmente Saladero Fútbol Club, cuyas instalaciones se encuentran en calle 18 y 152 norte de nuestra ciudad, conteniendo a diario a más de 150 niños que asisten a las prácticas deportivas.

Por tal motivo, BerissoCiudad dialogó con Buszczak, quien contó sobre los orígenes de la institución futbolera: “Queda en el camino mucha gente, muchos papás que han colaborado no sólo con los chicos sino con la parte administrativa que es mucho lo que hay que hacer, y mis inicios se remontan al año 70 cuando en aquella época se jugaban los torneos inter-escolares, se hacían en dos categorías como si fueran hoy quinto y séptimo grado”.

“La escuela ganadora iba y jugaba en el Estadio Provincial y el ganador de esa etapa iba toda una semana de enero a Necochea, creo que todavía se hace ese torneo. Yo estudié siempre en la Escuela N° 3 (ex 88) y mis hermanos también y el más grande jugaba al fútbol y con su equipo me ofrecieron ser el técnico”, evocó.

Y agregó: “el único impedimento que tenía es que era menor ya que tenía 17 años, así que fuimos a hablar con el legendario Olmi Filgueira, quien me autorizó, así que formamos el equipo con la Escuela N°3 y tuvimos la suerte de ganar acá en Berisso y después pasamos la etapa siguiente que era en el Estadio Provincial y así llegamos la semifinal”.

“A fin del año 70 se organiza un torneo en el Club Estrella que cumplía 50 años en el año 71, y por sus bodas de oro hicieron ese certamen y nosotros participamos con el mismo equipo del torneo inter-escolar, y eso sí era futbol infantil y pensamos qué nombre ponerle y uno de los chicos tenia las revistas El Grafico  y dijo ‘vamos a ponerle Douglas Haig’ que es el equipo que es de Pergamino y así quedó, llegamos a la final y ganamos ese primer torneo”, sumó.

Nace Saladero…

“Con Saladero arrancamos en el año 1972, entrenábamos en frente  a la Escuela Industrial cuando todavía no estaba la calle, y de ahí nos tuvimos que ir a la escuela de las Hermanas Basilianas hasta el año 80 y así fue como comenzamos y empezamos a armar los equipos para participar en los torneos que organizaba cada club. Esto empezó con chicos de acá de la zona pero llegamos a tener chicos de Gonnet, City Bell, Ensenada, Los Hornos, porque no había tantos clubes como ahora”, destacó Juan.

Así las cosas, indicó que “nuestra idea era tener un lugar propio, hicimos la personería jurídica y luego el municipio nos ofreció el lugar donde estamos ahora en la calle 18 y tuvimos suerte que justo el Club Villa San Carlos para el lado de Los Talas tenía una sola mano y todo lo que era la vereda del Club pasaba el tranvía, entonces esa parte la hicieron asfaltada. Y toda la tierra que iban sacando nos sirvió para poder rellenar el terreno medio metro arriba de lo que era antiguamente, pero tenemos cerca el canal de la 66 y se complica todavía”.

Rojo, blanco y celeste

Juan contó cómo definieron la camiseta y los colores que identifican a la querida institución, detallando que “teníamos una categoría como la 64 que jugaba con toda ropa de Independiente, la 65 jugaba con la de River y la 66 teníamos una camiseta celeste, y llegó un día que dijimos vamos a unificar… sino era un despelote”.

“Así que ahí evaluamos que los tres colores eran River, Racing, así que rojo blanco y celeste y no hay muchos así pero esta es nuestra lógica y la camiseta alternativa es más ancha roja, blanco al medio y celeste”

Los logros pendientes

Al consultarle cuáles cree que fueron sus mayores logros, Juan optó por hacer un llamado de atención asegurando: “los logros creo que son aquellos que nunca se cumplieron, que los chicos que terminan de jugar y han tenido la posibilidad de llegar a algún lado nunca han venido al club, no por los que estamos, sino por los chicos que hoy están jugando. Nuestra principal misión es formar personas, y que sean personas que no solamente hayan jugado al fútbol sino el estudio y su formación nos importa”.

En este sentido, reflexión: “las épocas han cambiado para mal, en aquellas épocas contábamos con la colaboración de los padres y siempre de alguna forma se conseguían diferentes elementos necesarios, ahora los padres no quieren hacer nada y el que se ofrece quiere cobrar, y los clubes en este marco resisten frente a los altos costos de la luz el gas y el agua, y es imposible lo que te hacen pagar”.

El Estado que los mira pero no los ve

“Nosotros somos un Club de barrio y no tenemos otro ingreso que no sean los días de partido, antes por ahí se conseguía algún subsidio pero hace un tiempo atrás la comisión junto a Betty  Mansilla se han preocupado para lograr obtener alguno a nivel deportivo, dinero y hasta ahora no hemos recibido nada”, lamentó.

Resaltó: “tal es así que nos hicieron abrir una cuenta bancaria porque si no era imposible obtener el subsidio, ahí la tenemos en el Banco Provincia lo que nos ocasiona un gasto de 500 pesos de mantenimiento todos los meses y jamás hemos recibido nada”.

“Yo veo con alegría que clubes como Almafuerte, el CEyE el Hogar Social han recibido al intendente por su aniversario y les han otorgado un subsidio, y no entiendo qué pasa que a nosotros nada”, reiteró el dirigente.

Por ultimo cabe destacar que la institución había organizado todo para celebrar sus 46 años pero la lluvia les jugó una mala pasada, y las canchas no están en condiciones por lo que el evento se postergó para el próximo fin de semana gracias al compañerismo del Club Santa Teresita que les permitió oficiar de locales para concretar su ansiado evento.

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