Opinión

Menem lo hizo: Los indultos

Por Jorge Nedela (*), especial para BerissoCiudad.
Por Jorge Nedela (*), especial para BerissoCiudad.

Se han cumplido 20 años desde que el presidente Carlos Menem decretara una serie de indultos que beneficiaron a varios militares y civiles vinculados con los delitos cometidos durante la dictadura militar de 1976-1983.

A través de estos decretos del 7 de octubre de 1989, Menem indulta a jefes militares procesados, a miembros de grupos guerrilleros, a los participantes de las rebeliones militares carapintadas de Semana Santa y Monte Caseros en 1987 y de Villa Martelli en 1988. También indultó a los ex miembros de la Junta de comandantes Leopoldo F. Galtieri, Jorge Anaya y Lami Dozo condenados por los delitos en la conducción de la Guerra de Malvinas.

El decreto 1002/89 dejó en libertad a  jefes militares, entre ellos, Albano Eduardo Harguindeguy, ministro de Interior del presidente de facto Jorge Rafael Videla. También alcanzó a Genaro Díaz Bessone, uno de los ideólogos del terrorismo de Estado implementado en el país; y a los responsables de la masacre de Margarita Belén, que consistió en la ejecución de 22 presos políticos en la provincia de Chaco el 13 de diciembre de 1976.

A través del decreto 1003/89, indultó a los militares uruguayos José Nino Gavazzo, Jorge Silveira, Manuel Cordero y Hugo Campos Hermida que participaron de operativos de secuestros en la Argentina, a la vez que exculpó a los líderes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía.

También fueron dejados en libertad —a través del decreto 1004/89— Seineldín, Rico y el resto del personal militar que participó de los levantamientos carapintadas de Semana Santa y Monte Caseros en 1987 y Villa Martelli en 1989.

Por último, el decreto 1005/89 benefició a los miembros de la junta militar responsable de la Guerra de Malvinas: el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, el almirante Jorge Isaac Anaya y el brigadier general Basilio Lami Dozo.

Sin lugar a dudas estos indultos, que desde el punto de vista técnico solo borran la pena pero no el delito, fueron un retroceso en la lucha por la justicia en materia de violación a los derechos humanos. Los argentinos debemos tener memoria para evitar que se repitan los hechos pero también para identificar a aquellos que no se comprometen con la búsqueda de justicia. Los indultos del Presidente Menem han de pasar a la historia como una verdadera vergüenza para la democracia.

 

(*) Concejal electo de la UCR de Berisso.

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