Ante cada tormenta de proporciones, una de las preocupaciones se deposita en el impacto que pueda tener en el Hospital Mario Larraín, en lo que hace a eventuales perjuicios en las instalaciones, las complicaciones en la atención y demás daños colaterales.

En este marco, el portal de noticias BerissoCiudad dialogó con el director Alfredo Zanaroni para tener un panorama certero de lo acontecido.

Cabe destacar que tanto el director, hasta altas horas de la noche, como personal de enfermería y mantenimiento fuera de horario laboral se hicieron presentes para contener las posibles dificultades.

Las complicaciones radicaron en la zona de tomografía, donde ingresó agua al piso, y dada la cantidad, no llegó a drenar. Hasta que no se seque el lugar, la maquinaria no se podrá usar. No hubo que lamentar incidencias en el aparato, pero no se podrán dar turnos hasta que la zona esté seca y en condiciones. Los pacientes deberán ser derivados a otros centros de salud.

Por otro lado, ingresó agua en la zona de la guardia; una porción del techo del área de traumatología se desprendió como consecuencia del viento, en tanto que en ecografía ingresó agua por la ventana.

“Cosas que suceden cuando hay catástrofes climáticas de este tipo”, precisó Zanaroni.

Asimismo, destacó que mientras que en la ciudad había cortes de luz, en el nosocomio local el equipo electrógeno funcionó perfectamente, lo que derivó en una atención normal.