Dos berissenses, Eva Geymonat y Sebastián Mikoluk, emprendieron una curiosa y destacable iniciativa que responde a las líneas del cuidado del medio ambiente y la lucha por mejorar las condiciones del planeta.

Ambos se conocieron por haber presentado, por separado, proyectos de reciclado en la Municipalidad de Berisso. Hoy juntos trabajan sobre el acopio  de pilas en distintos puntos de la ciudad, además de idear un plan de presentación en sociedad para conseguir aliados en la separación hogareña de residuos.

Con respecto al acopio de pilas, la idea surgió a sabiendas de la existencia de la primera planta de procesamiento y reciclado instalada en Gonnet. En primera instancia, a Eva se le “ocurrió” solicitar en un edificio público, por ejemplo el CIC un espacio para la acumulación de pilas y el posterior retiro de las mismas cuando se hayan acumulado.

Ante el retardo en la respuesta, la berissense puso manos a la obra y buscó una nueva e inmediata alternativa. Dialogó con algunos comercios de la ciudad, con el fin de colocar un bidón en cada uno de los negocios y que los vecinos comiencen a depositar sus pilas usadas ahí.

Hasta el momento, los centros de recolección de pilas están en 8 y 158, en un kiosco en la esquina; en el supermercado de 158 entre Génova y calle 8 y en una panadería de calle 9 entre 163 y 164.

“Yo voy invitar a todos quienes quieran, porque de ese modo a nadie le va a molestar tener un poco de pilas en un bidón en alguna parte de su comercio. Cuantos más lugares concrete menor va a ser la cantidad de cada uno. Así hasta lograr negociar con un espacio.  Vamos a seguir juntando en muchos lugares hasta tanto se resuelva un camino a seguir y por lo pronto evitamos que vayan a dar en la naturaleza”, precisó Eva.

Cabe mencionar que antes de emprender la iniciativa, la vecina se comunicó con el ingeniero Edgardo Soto, uno de los responsables de la planta para el tratamiento de las pilas usadas y autor del Proyecto de Reciclado de Pilas en la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires, para ahondar en el tema y evaluar posibilidades de aplicación de acopio en la ciudad.

“Es un proyecto en pañales y por el momento sólo acopiamos. Ya sabemos que es bueno rescatarlas de que anden dando vueltas, y sabemos que son reciclables. Si todos hacemos nuestra parte eso llegará a buen puerto sin demasiada molestia para nadie, sólo tener un bidón de acopio. Lograr que la gente vaya entregando las que tiene en sus casa antes de que se cansen y las tiren a la basura común”, insistió Eva.

En este marco, llamó a que todos los comercios que estén interesados se sumen a la iniciativa, de modo tal que siendo muchos poca sería la cantidad acopiada y daría tiempo a resolver el paso final que sería la entrega sistemática de las pilas acopiadas.

Plan de separación de residuos domiciliarios

Tiempo atrás vecinos se juntaron y se organizaron para dar curso al grupo Red de Vecinos Recicladores (con un grupo abierto de Facebook con el mismo nombre, para quienes estén interesados en el tema).

Hoy son alrededor de ocho personas que trabajan en el proyecto de separación residual y piden colaboración a la comunidad.

“Plástico, papel, cartón, revistas, nylon, packs, bolsitas, todo limpio y seco. Esos son los residuos secos, pueden ir juntos en una bolsa de consorcio, nos avisan dónde pasar a buscarla y la retiramos. También va a haber Puntos Verdes de acopio semanal o por 15 días hasta su retirado. Eso también tenemos que ir conquistándolo con el tiempo”, indicó Eva.

Y agregó: “Los vidrios están incluidos pero conviene acopiarlos en cajas de cartón para más seguridad, también los retiramos. Lo mismo las latitas de cerveza o gaseosa, en bolsa aparte por si chorrean, porque la condición necesaria de los residuos secos es que estén limpios y secos. Yo termino una caja de puré de tomates, por ejemplo, la lavo con agua y detergente, como a un pato más, la dejo en el escurridor y cuando está seca la incluyo a la bolsa”.