Durante todo el verano, la Asociación Civil Orquestar, de la Orquesta Escuela de Berisso, con el apoyo de EDELAP, llevó adelante la renovación de más de 50 instrumentos que fueron entregados recientemente a los niños y adolescentes que integran este proyecto educativo y social, para continuar con su formación musical desde la virtualidad en el marco de la emergencia sanitaria.
En base al desafío que emprendieron de manera integral, el coordinador de la Orquesta Escuela, Juan Carlos Herrero, explicó que “este trabajo es fundamental ya que desde este espacio siempre ha procurado gestionar el número de elementos que permitan la eficacia en su gestión educativa y social, pero la pandemia sumó una cuota extra, porque cada instrumento no puede ser compartido entre compañeros por razones sanitarias”.
Además, comentó que se requirió de un gran esfuerzo “para que las roturas o el desgaste no fuesen un factor decisivo, porque mediante el cuidado de las herramientas se cuida la plena inserción de muchos chicos”.
Dicha renovación fue posible gracias al talento de dos reconocidos luthiers y a la participación del personal de la Orquesta, que reacondicionaron violines, violas, cellos, contrabajos, flautas, clarinetes, saxos, oboes, fagotes, trompetas, trombones, cornos, bombardinos, guitarras y percusión, así como sus respectivas fundas y estuches, indispensables para continuar con la actividad en el presente ciclo lectivo 2021.
Por otro lado, el gente general de EDELAP, Marcelo Gorda, sostuvo que “estamos complacidos de poder acompañar la invaluable tarea que realiza la institución, cuyo impacto social positivo es valorado por toda la comunidad”.
En este sentido, es importante remarcar que en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID 19 la Orquesta Escuela de Berisso reorientó su actividad con éxito manteniendo y ampliando su proyecto educativo, cultural y social, sosteniendo los mismos principios pedagógicos de inclusión conjugados con producciones musicales de calidad.
Para ello migró las clases de taller a la virtualidad utilizando diversos soportes, asistiendo con dispositivos y conexión a Internet a varios de los casi 600 niños y adolescentes de entre 5 y 18 años de edad que la integran.
A la par de esto, los conciertos fueron reemplazados por producciones audiovisuales de las formaciones que posee (inicial, sinfónica juvenil, camerata y distintos ensambles); y esta forma de relacionarse permitió llevar adelante un ciclo de encuentros de la Sinfónica Juvenil con variados músicos de nuestro país y el exterior uniéndolos a través plataformas en charlas con residentes en lugares como España, Holanda, EE UU y Brasil.