El nosocomio local no estaría atravesando su mejor momento. Días atrás, trabajadores del centro de salud dieron cuenta de la existencia de olor a gas, por lo que informaron a la empresa prestadora del servicio, la misma inspeccionó, encontró una fuga y -según testimonios calificados- se llevó el medidor.

De esta manera, el Hospital Larraín quedó sin servicio de gas natural, que se utiliza en gran medida tanto en la cocción de los alimentos como en la higiene y el lavado de ropas, entre otras cosas.

Por la falta de gas, los trabajadores de limpieza recurrieron al secado de ropas de manera tradicional y añeja: al sol. De otra manera se quedaban sin el insumo para los pacientes.

Todas las áreas estarían en la misma situación, siendo por ejemplo quirófano uno de los más complicados por la faltante de ropa.

El inconveniente vendría acarreándose desde hace días, de hecho, la semana pasada desde el sector de cocina habrían improvisado viandas para los alimentos.